Las prolongadas lluvias sobre el corazón agrícola de Argentina han alimentado los temores de retrasos en la cosecha de soja en curso que podrían causar pérdidas de producción, dijo el lunes la bolsa de cereales de Rosario.

Desde el viernes, cayeron al menos 70 milímetros (2,76 pulgadas) de lluvia en la mayor parte de la región agrícola, con picos de 140 milímetros en algunas partes.

"Empieza a haber mucha preocupación por la cosecha de soja porque hay muchas zonas que no han terminado de secarse", dijo Cristian Russo, jefe de estimaciones agrícolas de la bolsa.

Argentina es uno de los principales productores mundiales de soja.

Las lluvias se suman a los 200-400 milímetros de precipitaciones de marzo, superiores a lo normal, un marcado contraste con la histórica sequía que arrastró la cosecha de soja de la temporada pasada.

Las fuertes lluvias dificultan la entrada de las máquinas cosechadoras en los campos, con el riesgo de pérdidas por enfermedades o por la maduración de la soja en sus vainas.

"Todo dependerá de si pasa este fenómeno y de si tenemos condiciones de secado rápido", dijo Russo.

La semana pasada, Russo redujo su estimación para la cosecha de soja 2023/24, que comenzó en marzo, a 51 millones de toneladas métricas debido a una ola de calor en enero y febrero.

El Servicio Meteorológico Nacional de Argentina prevé un respiro de las lluvias en la región pampeana a partir del martes, seguido de cinco días de condiciones secas y soleadas a parcialmente nubladas.

Los agricultores cosecharon casi el 11% de las tierras sembradas con soja hasta que comenzaron las lluvias el pasado jueves, según la bolsa de cereales de Buenos Aires.

Las condiciones adversas para la soja podrían impulsar la campaña argentina de trigo 2024/25, que los agricultores empezarán a sembrar el mes que viene.

Russo dijo que las lluvias también podrían ayudar a la siembra de trigo, así como para los cultivos de maíz y soja de la próxima temporada, con la siembra de ambos prevista para septiembre.

Las lluvias podrían ofrecer un amortiguador mientras Argentina espera el fenómeno meteorológico conocido como La Niña, que comienza en junio y se espera que desencadene condiciones más secas. (Reportaje de Maximillian Heath; Edición de Leslie Adler)