La amenaza de Moscú, formulada en respuesta a las sanciones occidentales cada vez más duras, provocó una subida de los precios del gas en Europa y plantea interrogantes sobre si la mayor economía europea podría capear un paro total del gas ruso.

¿HAY SUFICIENTE GAS EN ALEMANIA PARA ESTE INVIERNO?

Sí. Las instalaciones de almacenamiento de gas de Alemania se llenaron algo menos del 35% el mes pasado, un mínimo histórico para febrero, según la asociación alemana de operadores de sistemas de almacenamiento de gas INES, pero sigue siendo suficiente para generar electricidad y mantener calientes los hogares, en un país donde la mitad de los 41,5 millones de hogares dependen de la calefacción de gas.

¿QUÉ PASARÁ EL PRÓXIMO INVIERNO SI NO HAY GAS RUSO?

El próximo invierno es cuando se sentirían las consecuencias más graves de cualquier interrupción de los suministros de gas ruso.

Si los suministros se detuvieran ahora y las instalaciones de almacenamiento no pudieran llenarse a finales del verano, Alemania podría tener que racionar el gas para la calefacción y posiblemente también para generar electricidad.

Según un plan de emergencia de tres etapas, que se repite en toda la Unión Europea, los organismos gubernamentales alemanes darían prioridad a los hogares y a las instituciones críticas como los hospitales.

Algunos fabricantes que necesitan el gas para la producción podrían verse obligados a cerrar.

La economía en general también se vería afectada, ya que los precios de la energía se dispararían, presionando a los hogares y a las empresas que ya se ven presionados por la crisis energética europea y el aumento de los precios de otros bienes y servicios.

La Asociación Alemana de Industrias de la Energía y el Agua (BDEW) dijo que los fabricantes en Alemania se enfrentaron a un aumento de casi el 25% en los precios de la electricidad en enero en comparación con el precio medio pagado el año pasado, incluso antes de la invasión de Rusia a Ucrania.

Ante tal volatilidad, las asociaciones empresariales alemanas han advertido contra la ampliación de las sanciones de la UE al sector energético de Rusia, aunque han apoyado otras sanciones para penalizar a Moscú por sus acciones.

El canciller Olaf Scholz dijo el lunes, en una declaración en la que defendía su oposición a las sanciones sobre la energía rusa, que la UE no tenía alternativas al gas ruso "para la prestación de servicios públicos y la vida cotidiana de nuestros ciudadanos".

¿QUÉ ESTÁ HACIENDO ALEMANIA PARA SOLUCIONAR EL PROBLEMA?

El gobierno ha dado a conocer varias medidas para diversificar sus suministros energéticos y reducir la exposición a Rusia.

Alemania quiere tener lista su primera terminal de gas natural licuado (GNL) en dos años y ha comunicado a su centro de comercialización del mercado del gas que compre GNL por valor de 1.500 millones de euros (1.600 millones de dólares) para enviarlo a otro Estado de la UE para su posterior entrega por gasoducto.

Berlín también quiere prolongar la vida de las centrales de carbón para poder reactivarlas y tapar cualquier hueco en el suministro eléctrico, una medida que podría ayudar a ahorrar gas para la calefacción de los hogares.

El carbón representó el 27% de la producción de energía el año pasado, mientras que el 15% provino del gas.

Pero los ministerios de economía y medio ambiente de Alemania han descartado la idea de prolongar el funcionamiento de las últimas centrales nucleares del país, que según los analistas también podría ayudar a reducir la dependencia del gas. [L5N2VB31Z]

(1 dólar = 0,9191 euros)