¿Demasiado optimismo?

La primera razón de la aversión del dólar a otras monedas es una posible "flexibilización" por parte de la Fed. Según la herramienta Fedwatch de la CME, el mercado espera una subida de tipos de 50 puntos básicos, hasta el 4,25%-4,5%, en diciembre, seguida de otras dos subidas de 25 puntos básicos. Esto llevaría el tipo de interés de los fondos federales a un máximo del 4,75%-5,0%. A principios de mes, la comunidad financiera contemplaba una tasa superior al 5%. 

Sin embargo, los representantes del banco central estadounidense han pedido a los inversores que no sean demasiado optimistas. Todavía queda camino por recorrer antes de que la inflación sea declarada cosa del pasado. 

Pero esta advertencia no impidió la caída del dólar, bajo la influencia de una moderación de la inflación estadounidense en octubre. Esta moderación es relativa, ya que los precios siguen subiendo un 7,7% interanual. Pero con cuatro meses consecutivos de descenso, todas las esperanzas están justificadas. 

El índice del dólar volvió a caer el viernes pasado a los niveles de hace tres meses. El índice, que compara el billete verde con una cesta de divisas, está experimentando su cuarta mayor caída semanal desde el inicio de la era de los tipos de cambio flotantes. Esto se ilustra en el gráfico elaborado por Bloomberg que reproducimos aquí: 

Dollar index - Weekly change (fuente: Bloomberg)

Un rayo de esperanza en el Reino Medio 

El otro motivo de la caída del dólar es China, donde la situación muestra signos de mejora. 

Pekín ha anunciado una primera flexibilización de su estrategia de "Cero Covid" y prevé un plan de apoyo al sector inmobiliario para reactivar su economía. Pero no todo es color de rosa, ya que los datos mostraron que la producción industrial china creció menos de lo esperado en octubre y las ventas minoristas cayeron inesperadamente, lo que sugiere que la segunda economía del mundo está perdiendo impulso.

Desvíos a Europa

Al margen de la situación en Europa, hay algunos signos de mejora. En particular, a través del sentimiento de los inversores alemanes, que volvió a aumentar en noviembre. Al mismo tiempo, la producción industrial de la eurozona aumentó más de lo previsto en septiembre, a pesar del debilitamiento de la demanda. Estos indicadores, junto con las expectativas de la Fed, llevaron al euro a su nivel más alto en cuatro meses frente al dólar. El euro subió a 1,0321 dólares, tras ganar un 4% la semana pasada. El par GBP-USD también subió con fuerza. El pasado jueves, la libra registró su mayor subida diaria frente al dólar desde marzo de 2020.

L'euro face aux autres devises
El euro frente a otras monedas el 17/11/2022 por la noche (Fuente: MarketScreener )

Por último, Wall Street ve con buenos ojos el resultado dividido de las elecciones al Congreso de Estados Unidos. Según los analistas, un Congreso dividido dificulta los cambios políticos importantes. Según ellos, esta cohabitación debería congelar 369.000 millones de dólares de gasto fiscal, medioambiental, etc. Aunque este cambio de mayoría ya fue anticipado por el mercado.

Los inversores esperaban señales positivas en el frente de la inflación y la semana pasada les ha dado un rayo de esperanza. Los activos de riesgo han subido y el dólar, que se beneficiaba de su condición de refugio, ya no es favorable.