La empresa, controlada por la británica Diageo, registró un aumento del 23% en sus ventas durante el primer semestre hasta finales de diciembre, ya que Kenia y Uganda levantaron las restricciones a las multitudes que se habían establecido para frenar la propagación del virus.

"La amenaza, el reto del COVID está ahí", declaró a Reuters en una entrevista la consejera delegada, Jane Karuku, citando la aparición de nuevas variantes del coronavirus, como Omicron, y una tasa de vacunación relativamente baja en África oriental.

EABL, que se estableció en Kenia hace 100 años y ahora opera en las vecinas Tanzania y Uganda, está invirtiendo en una nueva planta de producción y ampliando las instalaciones existentes para mantener el impulso de crecimiento del primer semestre, dijo.

La empresa, que gastó 6.200 millones de chelines (54,63 millones de dólares) en gastos de capital durante el primer semestre, también está invirtiendo en infraestructura tecnológica para poner los productos a disposición de los consumidores a través de una plataforma de compra en línea.

"La gente sigue preocupada por su salud, por lo que no quiere ir a lugares concurridos", dijo Karuku.

El rápido crecimiento de EABL en el primer semestre estuvo impulsado por las ventas de cervezas convencionales, como Tusker, y de bebidas alcohólicas, como el whisky Johnnie Walker, la ginebra Gilbeys y el vodka Chrome, dijo el director general.

Sin embargo, las subidas de impuestos por parte de los gobiernos, vinculadas a la tasa de inflación anual, constituían una amenaza para el negocio, ya que podían provocar una reducción del volumen de ventas, dijo Karuku.

"Hay que revisar la política fiscal", dijo, y añadió que los impuestos gubernamentales suelen equivaler a la mitad del valor de las ventas brutas de la empresa.

(1 dólar = 113,5000 chelines kenianos)