El multimillonario proyecto, que aprovechará la energía del río Congo, se ha visto retrasado en repetidas ocasiones por la burocracia y los desacuerdos entre el Congo y sus socios.

"Desgraciadamente, seguimos teniendo dificultades para movilizar las inversiones", declaró el presidente Felix Tshisekedi a la prensa en un acto durante la Asamblea General anual de alto nivel de las Naciones Unidas.

Tshisekedi ha dicho anteriormente que había mantenido conversaciones con nuevos socios potenciales, entre ellos China y el Banco Mundial.

"Seguimos teniendo esperanzas, sobre todo porque el Banco Mundial ha vuelto a mostrar interés, lo que nos alegra", declaró.

"Durante mi visita a China, también logré interesar a los chinos, así que creo que no será imposible que mañana se forme una especie de consorcio en torno al Banco Mundial y los inversores chinos, quizá algunos europeos y los australianos que quieran unirse a la aventura".

Tshisekedi también afirmó que, aunque no hay nada sólido, existe mucho interés, incluso por parte de Sudáfrica, que espera que el proyecto ayude a resolver su agobiante crisis energética.