Hablando al margen de las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, Haddad invitó a los países que representan a las 20 mayores economías del mundo a seguir estudiando y considerando los Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI "como un instrumento potencial para potenciar significativamente la capacidad de financiación de los bancos."
El Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Africano de Desarrollo han propuesto canalizar los DEG a través de los bancos multilaterales de desarrollo (BMD), con el objetivo de apalancar la cantidad asignada en al menos cuatro veces su valor original para obtener nueva financiación para los países necesitados.
El presidente del BID, Ilan Goldfajn, declaró el miércoles a Reuters que espera que el FMI apruebe esta posibilidad en una reunión prevista para mayo.
En su intervención en una reunión del G20 sobre los BMD, Haddad hizo hincapié en que los países deberían fomentar los debates sobre el papel de las agencias de calificación crediticia, incluyendo cómo podrían reflejarse mejor en sus metodologías nuevas propuestas como el capital exigible, el capital híbrido y las garantías de cartera.
Los informes del BID y del Banco Mundial de la semana pasada destacaron la importancia del capital exigible, que es la cantidad que cada país miembro tendría que aportar en caso de ser requerido, y que constituye la mayor parte del capital total de los BMD, frente al capital desembolsado.
Aunque los accionistas consideran vinculantes los compromisos de capital exigible, la probabilidad de que sean llamados a pagarlo realmente se considera improbable. Si las agencias de calificación reconocen el valor del capital exigible, podría permitir potencialmente a los BMD impulsar la concesión de préstamos.
