El texto de la decisión de la Comisión de la UE que amplió el plazo de finales de 2021 para que Roma vendiera su participación en el banco toscano también mostraba que Italia se había comprometido a mantener separada la gestión de sus participaciones en varios bancos estatales.

Tras fracasar el año pasado en su intento de cerrar la venta de MPS a UniCredit, Italia se ha asegurado un nuevo plazo para reprivatizar el banco que rescató en 2017 gracias a que la UE ha acordado nuevos objetivos de reestructuración.

MPS tiene que llevar a cabo enajenaciones inmobiliarias por valor de 100 millones de euros y vender participaciones no esenciales, incluidas las participaciones en el operador de cajeros automáticos Bancomat y en la firma de tarjetas de crédito Visa, que tenían un valor de 250-300 millones de euros a finales del año pasado, según el documento.

El banco tampoco ha cumplido el compromiso de reducir su cartera de arrendamientos financieros, que ascendía a 3.300 millones de euros a finales del año pasado, es decir, 700 millones por encima del objetivo, señaló la UE en su decisión.

"El banco deberá llevar a cabo un desapalancamiento de su cartera de leasing, también mediante la venta de activos", añadió.

MPS pretende deshacerse de los contratos de arrendamiento financiero a finales de año uniendo fuerzas con otros bancos italianos en una operación de titulización de préstamos dudosos por un valor total de 1.000 millones de euros, según dijo a Reuters una fuente cercana al asunto.

El acuerdo de titulización haría uso de un plan de garantía estatal que se encuentra en proceso de renovación.

Para cumplir los objetivos de reducción de costes acordados por Italia con la UE, que fijan una ratio de costes sobre ingresos del 60% en 2024, MPS pretende lanzar una nueva emisión de acciones de hasta 2.500 millones de euros a finales de este mes.

(1 dólar = 1,0228 euros)