Stanjura declaró en rueda de prensa que el impuesto recaudaría unos 85.000 millones de coronas (3.410 millones de dólares) sólo el próximo año y se aplicaría a la producción, distribución y comercialización de electricidad y gas, así como a la minería de combustibles fósiles, el procesamiento de petróleo y el comercio mayorista de combustibles.

La propuesta, que requiere la aprobación parlamentaria, preveía unos ingresos de 50.000 millones de coronas el año que viene procedentes del sector energético y de 33.000 millones de coronas de los bancos.

Los ingresos globales deberían descender a 39.000 millones de coronas en 2024 y a 25.000 millones en 2025, dijo el ministerio en una presentación.

La base para determinar el exceso de beneficios será la media de los beneficios de los cuatro años anteriores más un 20%, dijo.

El régimen sólo afectará a los grandes bancos, definidos por un umbral de beneficios de 6.000 millones de coronas, dijo.

El impuesto será complementario al tope europeo de 180 euros por megavatio hora de electricidad producida a partir de fuentes distintas del gas natural y la hulla, por encima del cual todos los ingresos serán asumidos por el gobierno.

Stanjura dijo que el techo debería aportar unos 15.000 millones de coronas netas al año.

(1 dólar = 24,9390 coronas checas)