Francisco ya ha rechazado esa terminología, calificándola de guerra.

"Habíamos pensado que las invasiones de otros países, las salvajes luchas callejeras y las amenazas atómicas eran sombríos recuerdos de un pasado lejano", dijo el Papa en un discurso a las autoridades maltesas tras llegar a la nación insular mediterránea para una visita de dos días.

"Sin embargo, el viento gélido de la guerra, que sólo trae a su paso muerte, destrucción y odio, se ha abatido con fuerza sobre las vidas de muchas personas y sobre los días de todos nosotros", dijo.