Andalucía, con 8,5 millones de habitantes, es la región más poblada de España. Durante 40 años fue un bastión del principal partido socialista, que cedió el poder en 2018 a un gobierno de coalición conservador liderado por el Partido Popular (PP).

El líder regional, Juan Manuel Moreno, obtuvo una victoria histórica al conseguir 57 escaños y el 43% de los votos con el 98% de los sufragios escrutados. Esto le permitirá gobernar en solitario, una situación poco frecuente hoy en día en España, donde la fragmentación y la inestabilidad política han hecho de las coaliciones la forma de gobierno más extendida en los últimos cinco años.

La votación ha sido la primera prueba para el nuevo líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijoo, que pertenece al mismo bando moderado que Moreno dentro del partido y es considerado por la opinión pública con un perfil muy similar. Por lo tanto, sugiere un buen rendimiento para el partido en las elecciones nacionales.

El actual partido menor de la coalición, Ciudadanos, no consiguió ningún escaño, lo que refleja su caída en las recientes elecciones regionales en otros lugares.

El partido de extrema derecha Vox, que llevaba una tendencia ascendente en las últimas elecciones, ha frenado su trayectoria y prácticamente ha repetido el mismo resultado que en las anteriores elecciones andaluzas de 2018.

El PSOE, que es el partido en el gobierno nacional pero que depende de un socio menor y de apoyos parlamentarios externos, marcó su peor resultado en la región con sólo el 24% de los votos.