El anuncio -el último de una serie de medidas punitivas adoptadas por Gran Bretaña y sus aliados internacionales- dijo que las sanciones iban dirigidas a quienes habían votado a favor de reconocer la independencia de las regiones separatistas ucranianas de Luhansk y Donetsk, mayoritariamente rusoparlantes, en el período previo a la invasión.
El gobierno había dicho el 22 de febrero que sancionaría a los miembros de la Duma, y confirmó el proceso el viernes.
"Estamos apuntando a los cómplices de la invasión ilegal de Ucrania por parte de Putin y a los que apoyan esta guerra bárbara", dijo la ministra británica de Asuntos Exteriores, Liz Truss, en un comunicado.
"No aflojaremos la presión y seguiremos apretando la tuerca a la economía rusa mediante sanciones".
A los miembros de la Duma incluidos en la lista se les prohibirá viajar a Gran Bretaña, acceder a los activos que tengan en ese país o hacer negocios en él, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores. La Unión Europea ya ha sancionado al mismo grupo de legisladores.
Rusia ha estado golpeando las ciudades ucranianas, mientras que su principal fuerza de ataque al norte de Kiev sólo ha logrado un progreso vacilante desde los primeros días de la invasión.
Rusia niega que haya atacado a Ucrania, pero dice que está llevando a cabo una "operación especial" para desarmar y "desnazificar" a Ucrania, que, según dice, va según lo previsto.
Después de que los líderes del Grupo de los Siete acordaran tomar medidas para revocar el estatus comercial de "nación más favorecida" de Rusia, que permitiría a las naciones del G7 aumentar los aranceles y establecer cuotas a los productos rusos, Gran Bretaña dijo que también estaba buscando detener la exportación de bienes de lujo.
"El Reino Unido también trabajará para prohibir las exportaciones de bienes de lujo a Rusia, cortando el acceso a los bienes de alta gama de algunos de los mayores productores de productos de lujo del mundo", dijo la oficina del primer ministro Boris Johnson.
Dijo que se darían más detalles en los próximos días.
El jueves, Gran Bretaña impuso sanciones a otros siete empresarios rusos, entre ellos el propietario del Chelsea Football Club, Roman Abramovich, en un intento de acabar con los activos rusos aparcados en Gran Bretaña y aumentar la presión sobre Putin y sus aliados.
Gran Bretaña ha rechazado las críticas de los legisladores y activistas de la oposición de que ha sido más lenta que sus aliados internacionales a la hora de imponer sanciones, dando así tiempo a los rusos ricos a transferir sus activos a otros lugares.
Pero los ministros han reconocido que el régimen de sanciones existente era demasiado engorroso, y el gobierno está aprobando una legislación de emergencia para agilizar ese proceso. (Información de William James y Michael Holden; edición de Alistair Smout, Kevin Liffey y Rosalba O'Brien)
