El banco central sueco recortó el miércoles su tipo de interés básico al 3,75% desde el 4,00%, tal y como se esperaba, y afirmó que espera recortarlo dos veces más en la segunda mitad del año si se mantienen las perspectivas de inflación.

"La inflación se acerca al objetivo mientras la actividad económica es débil", dijo el banco central en un comunicado. "Por tanto, el Riksbank puede relajar la política monetaria".

La inmensa mayoría de los analistas de una encuesta de Reuters había pronosticado un recorte de un cuarto de punto.

Sin embargo, a los responsables de la fijación de tipos les preocupa que los recortes de tipos puedan socavar aún más la corona sueca y aumentar las presiones inflacionistas, especialmente si el Riksbank se desincroniza con el Banco Central Europeo y la Reserva Federal de Estados Unidos.

La corona cotiza actualmente en torno al mismo nivel frente al euro que durante la crisis financiera mundial de 2008-2009.

Por otro lado, el crecimiento en gran parte de la economía se ha paralizado y muchos hogares pasan apuros con los pagos hipotecarios en su nivel más alto en más de 15 años.

La economía sueca se contrajo un 0,2% en 2023 y se mantuvo débil durante los tres primeros meses del año.

La última vez que se bajó el tipo de interés oficial fue a principios de 2016, cuando cayó al -0,50%, el nivel más bajo de la historia.