El fondo soberano noruego de 1,6 billones de dólares, el mayor del mundo, se queda corto en sus ambiciones climáticas al no respaldar múltiples propuestas de los accionistas que presionan a las compañías petroleras para que reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero, según un informe de una ONG publicado el lunes.

El fondo agrupa los ingresos estatales del país nórdico procedentes de la producción de petróleo y gas. Desde 2022 su objetivo es que las 9.000 empresas en las que invierte a nivel mundial alcancen un nivel neto de cero emisiones de gases de efecto invernadero para 2050, en línea con el Acuerdo de París.

Como parte de su estrategia, la gestora del fondo, Norges Bank Investment Management (NBIM), ha establecido expectativas para los consejos de administración de las empresas sobre el cambio climático y vota en las juntas generales anuales sobre esta cuestión.

Afirma que se compromete con las empresas de múltiples maneras, incluso mediante el voto de propuestas de los accionistas, y en casos graves puede desinvertir en empresas si no responden.

Sin embargo, el fondo se queda corto en esa ambición, según un informe de la ONG noruega Framtiden i vaare hender (El futuro en nuestras manos), compartido con Reuters antes de su publicación el lunes.

El informe analizaba el historial de voto del fondo el año pasado sobre 16 resoluciones climáticas de nueve grandes petroleras, entre ellas BP, Shell, TotalEnergies, Chevron y ExxonMobil.

Descubrió que el fondo apoyó siete de esas resoluciones y respaldó estrategias que, según el grupo, eran "perjudiciales para el clima" en los nueve casos restantes de esos 16.

"En ocasiones, el NBIM se ha opuesto a resoluciones críticas de los accionistas sobre el clima durante las juntas generales anuales. Este desajuste entre la estrategia de compromiso climático del NBIM y su comportamiento de voto real señala una preocupante laguna en la acción", señala el informe.

El NBIM también votó en contra de todas las resoluciones sobre el clima en las juntas generales anuales de cuatro grandes petroleras - BP, Shell, TotalEnergies y Marathon - que han sido señaladas por CA100+, una iniciativa dirigida por inversores que aboga por que los mayores emisores aborden sus emisiones, como empresas que se quedan cortas en sus esfuerzos por atajar el cambio climático.

"El hecho de que el NBIM no respalde las resoluciones climáticas en línea con los objetivos acordados internacionalmente socava su papel como administrador de las finanzas sostenibles", afirma el informe.