"Nos enfrentábamos a una situación en la que podríamos haber visto desaparecer algunas de nuestras empresas más importantes, nuestras empresas más estratégicas, y eso habría sido extremadamente peligroso", declaró Hunt a la prensa el lunes.

Preguntado por el papel de caballero blanco del HSBC, Hunt dijo que el Ministerio de Finanzas había sido neutral en cuanto a cuál era la solución para la rama británica del SVB, y que su prioridad era evitar utilizar el dinero de los contribuyentes británicos.

"Estábamos estudiando todas las opciones y necesitábamos estar seguros de que si la venta no se producía, teníamos preparadas otras soluciones", dijo.

Reiteró sus garantías de que la situación con la rama británica del SVB Financial Group no suponía ningún riesgo para el sistema financiero británico.

"El sistema bancario británico es extremadamente seguro, está bien capitalizado", afirmó.

(Reportaje de Sarah Young, Edición de Kylie MacLellan)