El oro al contado subía un 0,2% a 2.473,89 dólares la onza hacia las 1002 GMT, tras alcanzar un máximo histórico de 2.482,29 dólares a comienzos de la sesión. Los futuros del oro estadounidense ganaron un 0,4% hasta los 2.478,50 dólares.
"Parece evidente que la Reserva Federal va a recortar los tipos en septiembre y eso, unido al concepto de la desdolarización de cómo los bancos centrales han estado comprando más oro frente a los rendimientos del Tesoro estadounidense, son actualmente el catalizador que está impulsando al oro a estos máximos", dijo Alex Ebkarian, director de operaciones de Allegiance Gold.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo el lunes que las recientes lecturas de la inflación "añaden algo de confianza" en que el ritmo de subida de los precios está volviendo al objetivo del banco central de forma sostenible.
Adriana Kugler y John Williams, de la Fed, también expresaron un cauto optimismo de que la inflación esté volviendo a su objetivo del 2%.
"Veremos cierta volatilidad, ya que el mercado necesita confirmar que no se trata de una euforia pasajera", afirmó Ebkarian.
La demanda de los mercados occidentales, los riesgos geopolíticos y las posibles amenazas de recesión podrían impulsar los precios del oro hasta los 2.600-2.700 dólares en la segunda mitad del año, añadió.
Los mercados ven un 100% de probabilidades de un recorte de los tipos estadounidenses en septiembre, según la herramienta FedWatch de CME. El atractivo de los lingotes sin rendimiento aumenta cuando los tipos son más bajos.
"La demanda de refugio seguro apoyará la demanda de lingotes y monedas, pero los precios más altos lastrarán la demanda de joyas", afirmó Giovanni Staunovo, analista de UBS.
Mientras tanto, la plata cayó un 1,4% a 30,95 dólares la onza, el platino subió un 2,1% a 1.021,20 dólares y el paladio sumó un 2,1% a 979,48 dólares.
Staunovo señaló que la aversión al riesgo tiende a apoyar al metal amarillo y no a los metales blancos, razón por la cual el oro está superando a los demás.
