La minera estatal chilena Codelco ha avanzado en las negociaciones con las comunidades locales sobre la explotación del litio y seguirá trabajando para ganarse su apoyo, dijo el martes su presidente ejecutivo, Rubén Alvarado, un día después de que varios grupos del salar de Atacama rompieran las conversaciones.

El primer productor mundial de cobre ha estado dialogando con grupos indígenas sobre los detalles de una nueva empresa conjunta en el salar de Atacama, exigida por el Estado, con la chilena SQM, una de las dos mineras de litio del país.

Sin embargo, los cuatro grupos indígenas más grandes de la zona dijeron el lunes que se retiraban de esas conversaciones, citando su insatisfacción con Codelco y SQM, así como una diferencia de opinión con otros grupos indígenas.

Consultado sobre la medida, Alvarado dijo a los periodistas en la Conferencia Mundial del Cobre de CRU que reconocía la complejidad de las negociaciones, que según él tocaban temas históricos.

Muchas comunidades indígenas llevan mucho tiempo denunciando la falta de inversión de la industria minera y dicen que se han sentido marginadas por el gobierno.

El gobierno prometió el año pasado organizar un diálogo con el Consejo Indígena de Atacama, con el objetivo de alcanzar un consenso sobre la explotación de litio en el salar.

"Estamos avanzando en eso y no vamos a dejar de trabajar en todo tipo de estrategias de colaboración con las comunidades", dijo Alvarado, tras una mesa redonda junto a otros altos ejecutivos de la industria del cobre en la que destacó el compromiso de Codelco con los temas sociales.

"Este caso no será la excepción".

La relación de Codelco con las comunidades locales se está poniendo a prueba en un momento en que Chile, el segundo productor mundial de litio, pretende imponer un mayor control estatal sobre el metal necesario para las baterías que se utilizan para alimentar el creciente parque mundial de vehículos eléctricos.

En una entrevista con Reuters el lunes, el presidente de Codelco, Máximo Pacheco, dijo que había visitado el salar de Atacama en las últimas semanas para hablar directamente con las comunidades locales, que según él estaban preocupadas por el suministro de agua en la zona.

Los grupos que rompieron las conversaciones también participaron en diciembre en una protesta por el acuerdo Codelco-SQM, diciendo que sentían que no se les había tenido en cuenta en las negociaciones. Realizaron un bloqueo de una de las carreteras del salar de Atacama, colapsando el tráfico y obligando a SQM a detener sus operaciones.