La decisión de Saied culmina meses de sus agudas críticas a los jueces. Saied ha criticado con frecuencia el retraso del poder judicial en la emisión de sentencias en casos de corrupción y terrorismo. En repetidas ocasiones ha dicho que no permitirá que los jueces actúen como si fueran un Estado, en lugar de estar en función del Estado.

Saied calificó al consejo como algo del pasado y añadió que emitirá un decreto temporal para el consejo. No dio detalles sobre el decreto.

El pasado mes de julio, Saied destituyó al gobierno y suspendió el parlamento, una medida que sus oponentes calificaron de golpe de estado. Ha sido ampliamente criticado tras tomar el poder y rechazar el diálogo con todos los partidos políticos.

El Consejo Judicial Supremo es una institución independiente y constitucional, formada en 2016. Sus competencias incluyen garantizar la independencia del poder judicial, disciplinar a los jueces y concederles ascensos profesionales.

El mes pasado, Saied revocó todos los privilegios financieros de los miembros del consejo.

"En este consejo, los cargos y los nombramientos se venden según las lealtades. Su lugar no es el que ocupan ahora, sino el que ocupan los acusados", dijo Saied en un discurso en el Ministerio del Interior.

El domingo, los partidos y las organizaciones, incluido el poderoso sindicato UGTT, se manifestarán para presionar al poder judicial para que responsabilice a los implicados en el terrorismo, en el noveno aniversario del asesinato del político laico Chokri Belaid.

Se espera que los partidarios de Saied también protesten en una segunda manifestación contra el Consejo Judicial Supremo.

"Les digo a los tunecinos que se manifiesten libremente. Es su derecho y nuestro derecho disolver el Consejo Judicial Supremo", dijo Saied.

La aprobación por parte de Saied de las manifestaciones del domingo se produce a pesar de que sigue en vigor una decisión del gobierno de prohibir todas las manifestaciones.

El mes pasado, la policía disparó cañones de agua y golpeó a los manifestantes con palos para disolver una protesta de la oposición contra Saied, cuya toma de amplios poderes y sus planes declarados de rediseñar la constitución han puesto en duda el sistema democrático de Túnez, que lleva una década, y han obstaculizado su búsqueda de un plan de rescate internacional para las finanzas públicas.

El presidente ha iniciado una consulta pública en línea antes de redactar una nueva constitución que, según dice, se someterá a referéndum. No ha hecho participar en el proceso a los principales actores políticos o de la sociedad civil.