La Oficina del Superintendente de Instituciones Financieras dijo que el mantenimiento del Buffer de Estabilidad Doméstica (BES) sin cambios mostraba que "las vulnerabilidades sistémicas siguen siendo elevadas y han aumentado, mientras que los riesgos a corto plazo son moderados pero están aumentando dado un entorno de mayor incertidumbre".

El regulador dijo que esperaba que los mayores bancos nacionales "ejercieran la vigilancia y una mayor prudencia en sus prácticas de gestión del capital con vistas a preservarlo".

"Mantener el BDS en el 2,5% del total de los activos ponderados por riesgo es una decisión sólida y prudente, habida cuenta de las crecientes vulnerabilidades impulsadas principalmente por el históricamente elevado endeudamiento de los hogares canadienses y los posibles desequilibrios en el precio de los activos", dijo el vicesuperintendente Jamey Hubbs.