La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, dijo a los periodistas que los responsables de la política mundial deben calibrar cuidadosamente sus políticas fiscales y monetarias en 2022 para garantizar que la retirada generalizada de los fondos de apoyo al COVID-19 y el aumento de los tipos de interés no socaven la recuperación.

El FMI recortó la semana pasada sus previsiones económicas para Estados Unidos, China y la economía mundial, y dijo que la incertidumbre sobre la pandemia, la inflación, las interrupciones del suministro y el endurecimiento monetario de Estados Unidos planteaban nuevos riesgos.

A diferencia del primer año de la pandemia, en 2020, cuando los ministros de finanzas y los banqueros centrales coordinaron y sincronizaron sus acciones, las circunstancias variaban mucho ahora en todo el mundo, y eso requería más "especificidad" en las respuestas, dijo.

Georgieva dijo que la pandemia de COVID-19 seguía siendo el mayor riesgo al que se enfrentaba la economía mundial, y que era imperativo intensificar los esfuerzos para aumentar las tasas de vacunación en los países de bajos ingresos, y cumplir el objetivo global de vacunar al 70% de las personas en los países de todo el mundo para mediados de 2022.

La jefa del FMI dijo que la inflación había durado más tiempo y había subido más de lo previsto, debido a las interrupciones de la cadena de suministro, a una demanda de bienes por parte de los consumidores más fuerte de lo esperado y a las perturbaciones climáticas en los precios de los alimentos.

Al preguntársele si esas circunstancias, y la escalada de la crisis entre Rusia y Occidente por Ucrania, podrían dar paso a una era de inflación sostenida, Georgieva dijo: "La respuesta corta es que es demasiado pronto para decirlo. Lo que podemos anticipar es un mundo más propenso a los choques".

Dijo que los esfuerzos realizados ahora para invertir más en la capacidad de recuperación de las personas, la economía y el medio ambiente ayudarían a crear más oportunidades para un mayor crecimiento del empleo y la prosperidad.

Si no se realizan esas inversiones, las perspectivas serán más sombrías, lo que dará lugar a "más acontecimientos inesperados para los que no estamos preparados", dijo Georgieva, y añadió que los responsables políticos tampoco están bien preparados para hacer frente a más de una crisis a la vez.