La declaración, que ha durado meses, tenía como objetivo hacer frente al mayor brote de casos jamás registrado en el país. La medida indica que la crisis, que provocó una avalancha de casos sobre todo entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, ha quedado bajo control y ya no requeriría un estatus de emergencia destinado a apuntalar la financiación y las herramientas para luchar contra la enfermedad.