Las relaciones entre Francia y su antigua colonia se vieron perjudicadas en octubre, cuando el presidente Emmanuel Macron puso en duda que hubiera existido una nación argelina antes del dominio colonial francés, acusándolo también de reescribir la historia de su colonización.

La agencia estatal argelina de cereales OAIC compró unas 600.000 toneladas de trigo para moler a mediados de enero, pero según los comerciantes había prohibido el trigo francés debido a las tensiones diplomáticas con su principal proveedor.

"Nos han informado de que la OAIC permitirá el suministro de trigo francés en lugar del trigo del Mar Negro para el envío de marzo debido a la crisis", dijo un comerciante.

Se esperaba que los proveedores cubrieran al menos una parte del pedido de los exportadores más baratos del Mar Negro, Rumanía, Bulgaria y Ucrania.

Sin embargo, la invasión rusa de Ucrania ha provocado el cierre de los puertos ucranianos, mientras que los rumores de que las autoridades búlgaras y rumanas podrían frenar las exportaciones para enfriar la demanda también han inquietado a los mercados de cereales.

No fue posible contactar inmediatamente con la OAIC para que hiciera comentarios.

Es probable que la reanudación del comercio suponga un alivio para Francia, cuyas previsiones de exportación se habían recortado en los últimos meses debido a su pérdida de cuota de mercado en Argelia.

Se cree que la OAIC, uno de los mayores compradores de trigo del mundo y el principal mercado de exportación del trigo de la UE, ha excluido el trigo francés de varias licitaciones durante la disputa diplomática. Por otra parte, había presionado para conseguir una mayor competencia modificando las condiciones de sus licitaciones para adaptarse a los suministros del Mar Negro.

Se cree que el organismo ha permitido el trigo francés en su más reciente licitación de trigo para molienda, en la que compró unas 700.000 toneladas para su envío en abril, según los comerciantes.

Los comerciantes esperan un mayor repunte de los envíos de Francia y otros países de la UE, ya que los comerciantes se apresuran a sustituir los suministros ucranianos y rusos para los destinos en África y Oriente Medio. [GRA/UE]