¿CÓMO FUNCIONA EL SISTEMA ELECTORAL BRASILEÑO?

Brasil, como muchos otros países latinoamericanos, emplea un sistema de dos vueltas para sus elecciones presidenciales. En la primera ronda, participan varios candidatos.

Se cuentan todos los votos que recibe cada candidato en todo el país. Si ningún candidato alcanza más del 50% de los votos, los dos primeros candidatos se dirigen a una segunda vuelta en una fecha posterior programada.

Ganar directamente en la primera vuelta es poco frecuente, pero no carece de precedentes: en los años 90, Fernando Henrique Cardoso ganó dos mandatos presidenciales directamente en la primera vuelta.

¿QUÉ HA PASADO EN BRASIL EN ESTAS ELECCIONES?

El domingo 2 de octubre participaron 11 candidatos. Como ninguno de ellos obtuvo al menos la mitad de los votos, los dos primeros -el ex líder izquierdista Lula y el actual presidente de extrema derecha Bolsonaro- pasan a una segunda ronda electoral prevista para el domingo 30 de octubre.

Con el 99,7% de los votos escrutados, Lula obtuvo el 48,4% de los votos frente al 43,3% de Bolsonaro, según los totales de votos publicados por la autoridad electoral nacional.

A Bolsonaro le fue mejor de lo esperado en las encuestas de opinión.

Dos encuestas publicadas la víspera de la votación por algunas de las firmas encuestadoras más consolidadas de Brasil mostraban a Lula con una ventaja de 14 puntos sobre Bolsonaro, pero sólo había una diferencia de cinco puntos entre ambos tras la votación del domingo.

¿QUÉ PASA CON LOS VOTOS RESTANTES?

Es probable que tanto Lula como Bolsonaro se concentren ahora en cómo influir en aquellos que votaron por uno de los otros nueve candidatos que fueron eliminados en la primera ronda.

La senadora centrista Simone Tebet quedó tercera en la elección con un 4%, y el candidato de centro-izquierda Ciro Gomes quedó cuarto con un 3%.

Ambos dijeron que anunciarían en los próximos días a quién apoyarán para la segunda vuelta.

En general, el 8% de los votantes del domingo optaron por candidatos distintos a Lula o Bolsonaro, pero como Lula sólo necesita obtener menos del 2% para reunir la mayoría, entra en la recta final con ventaja.

En una nota, Eurasia Group ve que este universo crítico de votantes se inclina "ligeramente" hacia Lula.

¿CÓMO SE VOTA EN BRASIL?

La segunda vuelta se llevará a cabo de nuevo a través de máquinas de voto electrónico, que tienen un largo historial en Brasil pero que han sido objeto de críticas sin precedentes por parte de Bolsonaro, que ha afirmado sin pruebas que las máquinas no son fiables y podrían ser manipuladas para favorecer a su rival de izquierdas.

El voto es obligatorio en Brasil para todos los que sepan leer y escribir y tengan entre 18 y 70 años, con más de 156 millones de votantes registrados. Algunos siguen optando por no votar, lo que conlleva una multa menor.

¿CUÁL HA SIDO LA REACCIÓN HASTA AHORA?

Los mercados aplaudieron el domingo los resultados no concluyentes de la primera vuelta, apostando a que el resultado más ajustado de lo esperado empujará a Lula a adoptar posiciones más moderadas en la recta final de la campaña. Se espera que Bolsonaro, por su parte, continúe buscando entusiasmar a su base de línea dura mientras apela a los inversores con promesas de reformas y privatizaciones.

En una nota a los inversionistas, J.P. Morgan inclinó a Lula como el favorito, pero dijo que los ojos estarán puestos en Bolsonaro para ver si puede mantener el impulso después de su fuerte demostración.

"Los riesgos en torno a la polarización política, con la no aceptación de los resultados del balotaje deben ser monitoreados, pero hasta ahora no ha habido eventos notables que reportar", dijo.