He aquí los detalles sobre el caso y el asunto:

¿POR QUÉ LA INMIGRACIÓN ES UN PROBLEMA EN EL REINO UNIDO?

Recuperar el control de las fronteras del país y poner fin a la libre circulación de personas fue uno de los principales factores que llevaron a votar en 2016 a favor de que Gran Bretaña abandonara la Unión Europea.

Los sucesivos gobiernos conservadores habían prometido reducir la inmigración neta a menos de 100.000 personas al año antes de abandonar esa promesa antes de las elecciones de 2019.

Aunque el registro oficial de datos ha cambiado, las cifras sugieren que desde el Brexit la inmigración neta ha seguido aumentando, alcanzando un récord de 606.000 en 2022, en parte debido a las nuevas rutas de visados para las llegadas desde Ucrania y Hong Kong.

Muchos británicos, en particular los pertenecientes a grupos demográficos objetivo de los conservadores, como los votantes de más edad, se oponen a una mayor inmigración, argumentando que ejerce presión sobre unos servicios locales ya de por sí al límite y temen que perjudique la cohesión de la comunidad.

¿QUÉ ES EL PLAN RUANDA DE GRAN BRETAÑA?

El plan Ruanda, puesto en marcha en abril de 2022 por el entonces primer ministro Boris Johnson, está diseñado para disuadir a los solicitantes de asilo de realizar el peligroso viaje de unas 20 millas (32 km) a través del Canal de la Mancha desde Europa en pequeñas lanchas neumáticas hasta las playas del sur de Inglaterra.

El año pasado se detectó la cifra récord de 45.775 personas que llegaban sin permiso a Gran Bretaña de esta forma. En lo que va de año, más de 25.000 han llegado en pequeñas embarcaciones.

Según el plan, cualquier persona que llegara ilegalmente a Gran Bretaña después del 1 de enero del año pasado se enfrentaba a la deportación a Ruanda, a unas 4.000 millas (6.400 km) de distancia, donde se evaluarían sus solicitudes.

Sin embargo, el primer vuelo de deportación en junio de 2022 fue bloqueado por una orden judicial de última hora del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que prohibía cualquier deportación hasta que concluyera la acción legal en Gran Bretaña.

En virtud de la nueva legislación aprobada en julio, toda persona que llegue en una pequeña embarcación vería inadmisible su solicitud de asilo y quedaría inhabilitada para recurrir a las leyes sobre esclavitud moderna para impugnar ante los tribunales las decisiones del gobierno de expulsarla.

La ley también otorga a los ministros la facultad discrecional de ignorar los mandatos judiciales del TEDH. Sin embargo, la mayoría de las disposiciones de la ley aún no han entrado en vigor.

¿DE QUÉ TRATA EL CASO DEL TRIBUNAL DE RUANDA?

El Tribunal de Apelación de Londres concluyó, por mayoría de dos a uno, en junio que el plan no era legal porque Ruanda no podía ser tratada como un tercer país seguro.

El gobierno ha apelado al Tribunal Supremo del Reino Unido para que anule esa decisión, mientras que varios solicitantes de asilo también están apelando para que la política sea declarada ilegal por otros motivos. El tribunal verá el caso durante tres días a partir del 9 de octubre, y no se espera una decisión hasta dentro de unos meses.

¿POR QUÉ LA POLÍTICA DE RUANDA ES TAN IMPORTANTE PARA SUNAK?

Tras convertirse en primer ministro en octubre del año pasado, hizo de "detener los barcos" una de sus cinco prioridades principales.

Gran Bretaña gasta actualmente más de 3.000 millones de libras al año en tramitar las solicitudes de asilo, y el coste de alojar a los inmigrantes en hoteles y otros alojamientos mientras se tramitan sus solicitudes asciende a unos 6 millones de libras al día.

Enviar a cada solicitante de asilo al país africano costaría una media de 169.000 libras (213.450 dólares), según ha declarado el gobierno.

Según cifras del gobierno en agosto, la acumulación de solicitudes de asilo a la espera de una decisión inicial alcanzó la cifra récord de más de 134.000, o 175.457 una vez incluidos los dependientes. Sunak había prometido el pasado mes de diciembre despejar esta situación para finales de año.

¿ABANDONARÁ EL REINO UNIDO EL CONVENIO EUROPEO DE DERECHOS HUMANOS?

La ministra del Interior, Suella Braverman, ha insinuado enérgicamente que Gran Bretaña abandonará la Convención Europea de Derechos Humanos si frustra el plan de Ruanda. Gran Bretaña desempeñó un papel destacado en la creación del acuerdo en 1950 para proteger los derechos humanos de las personas.

Los críticos afirman que retirarse del Convenio o del Tribunal supondría un duro golpe para la reputación internacional de Gran Bretaña.

El propio Tribunal declaró que el año pasado tramitó 3.110 solicitudes de medidas provisionales, pero sólo cinco fueron concedidas en relación con el Reino Unido, mientras que de sus 1.163 sentencias del año pasado, sólo cuatro se referían al Reino Unido.

¿CÓMO SE COMPARA EL REINO UNIDO CON OTROS PAÍSES EN MATERIA DE INMIGRACIÓN?

Australia fue pionera en el concepto de retener a los solicitantes de asilo en centros de detención extraterritoriales. Dinamarca ha firmado un acuerdo similar con Ruanda, pero aún no ha enviado allí a ningún inmigrante.

La UE de 27 países está intentando llegar a un acuerdo sobre cómo repartirse a los solicitantes de asilo que llegan a sus costas procedentes en su mayoría del otro lado del Mediterráneo tras huir de las guerras y la pobreza en Oriente Próximo, África y el sur de Asia.

Según la Biblioteca de la Cámara de los Comunes, que proporciona estudios a los legisladores británicos, en 2022 hubo unas 13 solicitudes de asilo por cada 10.000 personas que vivían en el Reino Unido, frente a las 22 solicitudes por cada 10.000 personas de la UE.

(1 dólar = 0,8207 libras)