En medio de una protesta pública generalizada contra el aplazamiento, algunos legisladores de la oposición intentaron bloquear los procedimientos en el edificio de la Asamblea Nacional hasta que las fuerzas de seguridad intervinieron y les obligaron a abandonar el estrado central, permitiendo que la votación prosiguiera.

El controvertido proyecto de ley fue finalmente aprobado por 105 parlamentarios de los 165 escaños de la Asamblea.

¿POR QUÉ EL PRESIDENTE SALL PIDIÓ UN APLAZAMIENTO?

Sall, que no se presenta a la reelección y ha alcanzado el límite constitucional de dos mandatos en el poder, dijo que había retrasado la votación debido a una disputa sobre la lista de candidatos y a la presunta corrupción en el seno del órgano constitucional que la elaboró.

"Estas condiciones problemáticas podrían socavar gravemente la credibilidad del escrutinio al sembrar la semilla de disputas pre y postelectorales", declaró en un discurso sorpresa a la nación horas antes de que comenzara la campaña oficial.

El opositor Partido Democrático Senegalés (PDS), cuyo candidato fue excluido de la lista final por cuestiones de doble nacionalidad, apoya el retraso y propuso el proyecto de ley de aplazamiento en el parlamento antes del discurso de Sall.

¿QUÉ DICEN SUS OPONENTES?

Otros grupos de la oposición y de la sociedad civil han rechazado airadamente el aplazamiento, y algunos acusan a Sall de orquestar un "golpe institucional" para prolongar su mandato.

Al menos tres de los 20 candidatos presidenciales han presentado recursos legales contra el aplazamiento, según muestran documentos del Consejo Constitucional.

Otros dos candidatos han prometido impugnarlo ante los tribunales, lo que aumenta la perspectiva de una prolongada batalla legal.

¿POR QUÉ ES SIGNIFICATIVO?

Senegal nunca ha retrasado una votación presidencial. Sus cuatro transiciones de poder a través de las urnas, en gran medida pacíficas, desde su independencia de Francia en 1960, han forjado su reputación como una de las democracias más estables de África Occidental.

El abrupto aplazamiento ha consternado a quienes creían que Senegal seguiría un curso electoral estándar cada vez menos habitual en África Occidental, donde las tomas de poder militares y las maniobras constitucionales han obligado a la democracia a retroceder en muchos países en los últimos años.

¿QUÉ OCURRIRÁ DESPUÉS?

El anuncio de Sall y el revuelo que ha provocado han hecho temer que se repitan en el país las violentas protestas que han estallado en los últimos tres años ante la preocupación de que intente presentarse a un tercer mandato y la supuesta marginación de sus rivales políticos.

Tras la votación para retrasar las elecciones al 15 de diciembre, el principal bloque político y económico de África Occidental, la CEDEAO, expresó su preocupación e instó a los políticos a tomar medidas para restablecer un calendario electoral acorde con la constitución.

En los últimos años, la CEDEAO ha recurrido a sanciones y otras presiones para tratar de obligar a los países de la región a volver a una base democrática más sólida, pero sus esfuerzos han resultado en gran medida ineficaces.

"Un aplazamiento podría abrir la puerta a aplazamientos posteriores y permitir al presidente hacer muchas cosas", afirmó un análisis de Barclays.

La agencia de calificación Moody's ha advertido de que cualquier retraso prolongado de las elecciones podría obstaculizar la consolidación fiscal prevista por el país, al dificultar la aplicación de las políticas, incluida la prometida eliminación progresiva de las subvenciones energéticas para 2025.