El propietario de Virgin, Liberty Global, y la española Telefónica, que acordaron hace un año forjar una potencia de banda ancha y telefonía móvil para desafiar al líder del mercado, BT, saludaron la decisión como "un momento decisivo en la historia de las telecomunicaciones en el Reino Unido".

"Estamos seguros de que la competencia entre los proveedores de comunicaciones móviles seguirá siendo fuerte y, por tanto, es poco probable que la fusión provoque un aumento de los precios o una disminución de la calidad de los servicios", declaró Martin Coleman, de la Autoridad de Competencia y Mercados británica (CMA).

Las empresas dijeron que el acuerdo, que valora a O2 en 12.700 millones de libras y a Virgin Media en 18.700 millones de libras para dar al nuevo grupo un valor combinado de 31.400 millones de libras (44.400 millones de dólares), incluida la deuda, se espera que se cierre antes del 1 de junio.

"Ahora tenemos vía libre para llevar opciones reales donde no han existido antes, al tiempo que invertimos en la fibra y el 5G que el Reino Unido necesita para prosperar", dijeron el consejero delegado de Liberty Global, Mike Fries, y su homólogo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, en un comunicado conjunto tras la aprobación de la CMA.

La empresa conjunta al 50 por ciento, que estará dirigida por el jefe de Virgin Media, Lutz Schüler, tendrá unos ingresos anuales de 11.000 millones de libras, dijeron los dos propietarios.

"Para Telefónica, es un gran acuerdo hecho", dijo una fuente financiera a Reuters. "Están comprando Oi en Brasil y tienen que finalizarlo, pero esto significaría consolidar una presencia importante en el Reino Unido, Alemania, Brasil y España".

La CMA se había mostrado preocupada por el posible impacto de la fusión en el mercado británico de la telefonía móvil, dado que ambas empresas vendían servicios mayoristas a otros operadores.

Sin embargo, el mes pasado dio su aprobación provisional al acuerdo tras concluir que otros operadores que ofrecen servicios rivales, como BT y Vodafone, mantendrían la competencia.

Telefónica ha estado vendiendo activos para recortar la deuda, que se situó en 35.800 millones de euros en el primer trimestre de este año, y también para financiar una actualización de las redes 5G de próxima generación mientras, al igual que sus rivales europeos, aborda la competencia y la crisis de la COVID-19.

(1 dólar = 0,7079 libras)