Los líderes -entre los que se encontraban el primer ministro italiano, Mario Draghi, el presidente estadounidense, Joe Biden, y el primer ministro británico, Boris Johnson- compartieron una "profunda preocupación" por las prolongadas hostilidades en Ucrania y dijeron que era necesario un rápido alto el fuego.

"Hubo un amplio consenso sobre la necesidad de intensificar la presión sobre el Kremlin, incluso mediante la adopción de nuevas sanciones, y de aumentar el aislamiento internacional de Moscú", señaló el comunicado de Roma tras una videollamada entre los líderes.

Añadió que reiteraron el compromiso de diversificar los suministros energéticos para disminuir la dependencia de Rusia.