La medida pretende evitar que la refinería ISAB de Lukoil deje de funcionar debido al embargo sobre el petróleo ruso transportado por mar que entra en vigor el 5 de diciembre, añadieron las fuentes.

ISAB se ha visto obligada a depender únicamente del petróleo ruso después de que los bancos acreedores interrumpieran la financiación y dejaran de proporcionar las garantías necesarias para comprar petróleo a proveedores alternativos.

Aunque Lukoil no se ha visto afectada por las sanciones internacionales contra Rusia, los proveedores y los bancos acreedores de ISAB han recelado de tratar con una entidad rusa.

La carta dice que Lukoil no debe ver restringidas sus operaciones dado que no está sujeta a sanciones internacionales, en un intento de tranquilizar a los proveedores y acreedores de ISAB.

El salvoconducto del gobierno procede del Comité de Seguridad Financiera, dependiente del Tesoro italiano y encargado de aplicar las sanciones contra Rusia.

Lukoil no estuvo inmediatamente disponible para hacer comentarios.

La planta ISAB representa alrededor del 20% de la capacidad de refinado italiana y emplea directamente a unos 1.000 trabajadores en la isla meridional de Sicilia.

Los sindicatos acogieron con satisfacción la medida del gobierno.

"La planta es un pilar importante de la economía local y es tranquilizador saber que puede seguir funcionando", declaró a Reuters Fiorenzo Amato, dirigente local del sindicato CGIL.