La correduría ve que el producto interior bruto del Reino Unido caerá un 0,6% en 2023, frente al aumento del 4,3% de este año.

El endurecimiento de la política monetaria y fiscal, en medio de las cicatrices de la pandemia y del Brexit, que ya pesan sobre el crecimiento del Reino Unido, según J.P.Morgan, seguirá perjudicando la oferta y la demanda.

Mientras el Reino Unido lucha contra una inflación de décadas, el Banco de Inglaterra (BOE) subió su tipo de interés bancario en 75 puntos básicos a principios de este mes, y un sondeo de Reuters muestra una subida más modesta de 50 puntos básicos en su próxima reunión de diciembre, lo que lo llevaría al 3,50% a finales de este año.

En la reunión del 3 de noviembre, el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, dijo a los inversores, que estaban valorando un máximo en torno al 4,70%, que sus apuestas de subida de tipos parecían demasiado grandes.

J.P.Morgan considera que el tipo de interés bancario del BOE aumentará hasta el 4,25% en el primer trimestre del próximo año, y señala que la política fiscal se endurecerá con retraso y que el endurecimiento monetario "tardará más en hacerse notar que en el pasado".

El primer ministro británico, Rishi Sunak, se opuso el lunes a los llamamientos de las empresas para mejorar los lazos comerciales con la Unión Europea y liberalizar la inmigración para ayudar a impulsar el crecimiento, afirmando que el Brexit ya ha beneficiado al país.

A principios de este mes, Barclays dijo que espera que las economías desarrolladas se contraigan a lo largo de 2023, con recesiones en el Reino Unido y la zona euro a partir del tercer y cuarto trimestre de 2022, respectivamente, mientras que Goldman Sachs rebajó las perspectivas económicas de Gran Bretaña y advirtió de una recesión más profunda en 2023.