Harris dijo que el gobierno de Lusaka había puesto en marcha medidas para fortalecer su economía y que debía ser apoyado con un alivio de la deuda. Hablaba al comienzo de una visita de dos días a Zambia.

Zambia ha estado intentando reestructurar su deuda desde que se convirtió en el primer país africano en incurrir en impago durante la pandemia de COVID-19 a finales de 2020.

Sus deudas aumentaron a finales del año pasado, según mostraron las cifras publicadas por el Ministerio de Finanzas esta semana. China es su mayor acreedor bilateral.

"Seguimos reiterando nuestro llamamiento a los acreedores bilaterales oficiales para que proporcionen una reducción significativa de la deuda de Zambia", declaró Harris en una rueda de prensa cuando se le preguntó qué estaba haciendo Estados Unidos para presionar a China para que reestructure la deuda de Zambia.

África se ha convertido en un foco de atención para Washington, que pretende posicionarse como socio de los países de la región en medio de la competencia con China, que ha tratado de ampliar su influencia financiando proyectos de infraestructuras en el continente.

Harris dijo que su visita a Zambia pretendía reforzar las relaciones existentes entre ambos países y no contrarrestar la presencia china en África.

"Permítanme ser claro. Nuestra presencia aquí no es sobre China. Se trata de nuestra comprensión independiente de las historias entrelazadas de nuestras naciones", dijo Harris, que también habló calurosamente de la visita a su abuelo mientras trabajaba en Zambia cuando ella era una niña.

En la misma sesión informativa, el presidente zambiano, Hakainde Hichilema, afirmó que los retrasos en la reestructuración de la deuda estaban perjudicando los avances económicos que Zambia había logrado. Las buenas relaciones con Estados Unidos no excluían las buenas relaciones con China y viceversa, añadió.

"Cuando estoy en Washington, no estoy en contra de Pekín. Del mismo modo, cuando estoy en Bejing, no estoy en contra de Washington", afirmó.