La misión de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) instó a las autoridades de la parte oriental del país a investigar la muerte de un activista que llevaba detenido desde el año pasado.

Siraj Dughman murió mientras estaba detenido en el campamento militar de Rajma, en la ciudad de Rajma, a unos 27 km al este de Bengasi, según informó la UNSMIL en la plataforma de medios sociales X.

La misión se declaró "profundamente entristecida" y pidió a las autoridades que lleven a cabo una investigación transparente e independiente sobre su muerte.

La Agencia de Seguridad Interna de Bengasi dijo en un comunicado grabado en vídeo que Dughman murió tras caerse de cabeza mientras escalaba tuberías de alcantarillado en un intento de escapar por la ventana de un cuarto de baño el viernes por la mañana.

La agencia dijo que Dughman había sido detenido a la espera de un caso remitido por la fiscalía en relación con unas reuniones que incluían discusiones sobre el derrocamiento de órganos políticos y del ejército.

Libia ha tenido poca paz o estabilidad desde el levantamiento de 2011 respaldado por la OTAN que derrocó a Muamar Gadafi. Se dividió en 2014 entre facciones orientales en Bengasi, la segunda ciudad más grande, y facciones occidentales en Trípoli, con administraciones rivales gobernando en cada región.

La agencia de seguridad dijo que Dughman había sido detenido bajo custodia legal "de acuerdo con las normas de derechos humanos".

La UNSMIL dijo que Dughman y otros cuatro detenidos fueron todos arrestados arbitrariamente y detenidos en 2023. "Nunca fueron acusados formalmente ni comparecieron ante un tribunal...", afirmó, pidiendo la liberación inmediata e incondicional de todas las personas detenidas arbitrariamente, incluidas las detenidas con Dughman.

Al informar al Consejo de Seguridad de la ONU la semana pasada, el enviado de la ONU a Libia, Abdoulaye Bathily, expresó su profunda preocupación por "el aumento de los secuestros, las desapariciones y las detenciones arbitrarias en Libia".

Bathily dijo que había presentado su dimisión al Secretario General, Antonio Guterres, afirmando que sus esfuerzos de mediación se habían topado con "una resistencia obstinada, expectativas poco razonables e indiferencia hacia los intereses del pueblo libio".