Ng, antiguo jefe de Goldman para Malasia, está acusado de conspirar para blanquear dinero y violar una ley anticorrupción. Los fiscales dicen que ayudó a su antiguo jefe Tim Leissner a malversar dinero de 1MDB, a blanquear los beneficios y a sobornar a funcionarios para conseguir negocios para Goldman.

Ng, de 49 años, se ha declarado inocente. Sostiene que unos 35 millones de dólares que recibió de Leissner, que los fiscales caracterizan como sobornos del esquema, eran en realidad el producto de una empresa comercial legítima entre las esposas de los dos hombres.

La esposa de Ng, Hwee Bin Lim, testificó el lunes que poco después de que Ng empezara a trabajar para Leissner a mediados de la década de 2000, invirtió 48 millones de yuanes -unos 6 millones de dólares en aquel momento- en una empresa china propiedad de la familia de la esposa de Leissner, Judy Chan.

El testimonio de Lim se produjo en el segundo día de los argumentos de la defensa en el juicio, que comenzó a principios de febrero.

Lim dijo que ella y Chan tuvieron una discusión en 2011, y que Chan le dijo que se deshiciera de su participación, que se había revalorizado sustancialmente. En 2012, Chan le dijo que estaba dispuesta a transferir 26 millones de dólares, declaró Lim.

Cuando el abogado de Ng, Marc Agnifilo, le preguntó si el dinero que Chan dijo que enviaría a Lim procedía de 1MDB, Lim respondió: "En absoluto".

"Tuvo que venir de Judy y su familia", dijo Lim.

Un abogado de Chan no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

Leissner, que en 2018 se declaró culpable de cargos similares, testificó en febrero que la inversión que Lim hizo en el negocio chino de Chan fue una "historia de tapadera" que él y Ng urdieron para explicar el pago de sobornos y que los bancos que procesaban los fondos no sospecharan.

Los cargos se derivan de uno de los mayores escándalos financieros de la historia, en el que los fiscales estadounidenses afirman que 4.500 millones de dólares de los 6.500 millones que Goldman recaudó para el 1MDB fueron desviados a funcionarios del gobierno, banqueros y sus asociados mediante sobornos y comisiones ilegales.

En 2020, Goldman pagó una multa de casi 3.000 millones de dólares y consiguió que su unidad malaya se declarara culpable ante un tribunal estadounidense.