La inflación australiana de los precios al consumo se ralentizó más de lo previsto hasta un mínimo de dos años en el cuarto trimestre, mientras que una fuerte desaceleración de la inflación subyacente hizo que los mercados adelantaran sus apuestas de recortes de tipos.

El dato de los precios supondría un alivio para el Banco de la Reserva de Australia, que se prepara para tomar su primera decisión política del año el próximo martes.

Los futuros subieron hasta implicar alrededor de un 64% de probabilidad de un primer recorte de tipos en junio, frente al 54% anterior a los datos. Un recorte de un cuarto de punto estaba ahora más que totalmente descontado para agosto y la relajación total para 2024 pasó a 48 puntos básicos, desde 42 puntos básicos.

Los datos de la Oficina de Estadística australiana del miércoles mostraron que el índice de precios al consumo (IPC) subió un 0,6% en el cuarto trimestre, por debajo de las previsiones del mercado de un aumento del 0,8%.

El ritmo anual de la inflación del IPC se ralentizó hasta el 4,1%, desde el 5,4%, y se situó muy por debajo del máximo del 7,8% alcanzado en diciembre de 2022.

Y lo que es más alentador, el IPC subió un 3,4% interanual en el mes de diciembre, lo que supone un fuerte descenso desde el 4,3% de noviembre y más de dos puntos porcentuales en tres meses.

Una medida muy vigilada de la inflación subyacente, la media recortada, subió un 0,8% en el cuarto trimestre, por debajo de las previsiones de un aumento del 0,9%. El ritmo anual se ralentizó hasta el 4,2%, desde el 5,2%.

El dólar australiano cedió un 0,3% hasta los 0,6585 dólares tras conocerse los datos, mientras que los futuros de los bonos a tres años ampliaron las ganancias anteriores hasta los 96,37, el nivel más alto en dos semanas.

El Banco de la Reserva de Australia ya ha subido los tipos de interés en 425 puntos básicos hasta el 4,35%, el nivel más alto en 12 años desde mayo de 2022, para frenar los precios desbocados. También dejó la puerta abierta a un mayor endurecimiento si fuera necesario para cumplir su objetivo de inflación anual del 2-3%.

El banco central había previsto que la inflación se suavizara hasta el 4,5% en diciembre y volviera a su banda objetivo a finales de 2025. El banco central ofrecerá previsiones actualizadas el próximo martes

La economía ha evolucionado en gran medida como esperaba el RBA durante los dos últimos meses, con el mercado laboral relajándose, el gasto de los consumidores suavizándose en medio de las presiones sobre el coste de la vida y la desinflación de los bienes continuando.

Sin embargo, el panorama en el extranjero ha cambiado drásticamente. Con la rápida caída de la inflación en el extranjero, los mercados apuestan a que la Reserva Federal y el Banco Central Europeo recortarán pronto los tipos de interés. Ven el primer recorte de tipos de la Fed en mayo y la primera relajación del BCE en abril. (Reportaje de Stella Qiu y Wayne Cole; Edición de Jacqueline Wong y Shri Navaratnam)