En una lluviosa noche londinense, miles de personas se reunieron ante el Palacio de Buckingham, en el centro de Londres, y algunos depositaron ofrendas florales ante las puertas de hierro negro. Hubo escenas similares frente a la casa de la reina en el castillo de Windsor.

Se colocaron retratos de Isabel en pantallas de vallas publicitarias en el centro de Londres, en Piccadilly Circus y en el distrito financiero de Canary Wharf, y también al otro lado del Atlántico, en Times Square, en Nueva York. Se depositaron flores ante el Consulado General británico en Nueva York.

En Washington, la bandera estadounidense se bajó a media asta para conmemorar el fallecimiento de una monarca cuyo legado, según el presidente Biden, "ocupará un lugar destacado en las páginas de la historia británica y en la historia de nuestro mundo".

Su muerte también fue marcada en las ciudades europeas.

En Berlín, se depositaron flores y velas frente a la embajada británica, mientras que en Venecia se tocó "Dios salve a la Reina", el himno nacional británico, frente a los Edificios del Festival de la ciudad italiana.