La Unión Europea ha acordado una prohibición de las importaciones de crudo ruso como parte de sus sanciones contra Rusia por su invasión de Ucrania en febrero. La prohibición entra en vigor el mes que viene, pero Bulgaria ha obtenido una exención y puede importar crudo ruso hasta finales de 2024.

El gobierno provisional búlgaro planea permitir a la refinería LUKOIL Neftochim seguir importando crudo ruso una vez que la prohibición entre en vigor y darle permiso para exportar su producción. El gobierno anterior quería limitar las ventas de los combustibles de la refinería únicamente al mercado búlgaro.

LUKOIL Neftochim, que desde la primavera utiliza exclusivamente crudo ruso, espera procesar este año la cifra récord de 7,1 millones de toneladas de crudo, declaró Sharafutdinov. Dijo que la refinería exporta alrededor del 50% de sus combustibles y otros productos finales.

"La refinería no puede funcionar si se reducen las exportaciones", declaró Sharafutdinov en una conferencia de prensa conjunta con el viceprimer ministro búlgaro encargado de la política económica, Hristo Alexiev.

Tras las conversaciones mantenidas con el gobierno búlgaro, la refinería, situada en la ciudad de Burgas, en el Mar Negro, ha aceptado cambiar su modelo de negocio y quedarse con los beneficios de sus operaciones en Bulgaria, lo que aumentará seriamente los impuestos que paga, dijo Alexiev.

El gobierno ya ha propuesto al parlamento un impuesto extraordinario temporal del 33% sobre los beneficios de las empresas de petróleo, gas y carbón para este año y el próximo.

Alexiev dijo que Bulgaria espera recaudar unos 100 millones de levs en impuestos de las operaciones de LUKOIL para 2022, que deberían aumentar a 700 millones de levs en 2023.

Sharafutdinov dijo que LUKOIL Neftochim podría pagar esos impuestos el próximo año si las condiciones del mercado se mantienen y puede trabajar a plena capacidad, procesando el crudo de los Urales y exportando su producción.