Éstas fueron algunas de las súplicas que el director general saliente de la compañía eléctrica estatal Eskom hizo el domingo a los sufridos consumidores de la nación más industrializada de África, al asegurarles que las recientes obras de mantenimiento aliviarían algunos de los apagones más duros que se recuerdan.

Pero el consejero delegado saliente, Andre De Ruyter, también reafirmó que los cortes de electricidad continuarían al menos durante dos años más.

A principios de este mes los hogares estuvieron sin electricidad durante al menos seis horas al día, a veces hasta 10 horas, con los congeladores descongelándose y las empresas obligadas a poner en marcha generadores diésel.

Los sudafricanos se preparaban para algo peor, con el riesgo de un "corte de carga de fase 8", más de medio día sin electricidad.

"Esa posibilidad está retrocediendo, lo que es reconfortante y positivo", dijo De Ruyter en una rueda de prensa virtual el domingo. El programa actual preveía "fases" más bajas de cortes, que equivalen aproximadamente a menos de cuatro horas al día.

Pero añadió que siempre existía un "riesgo inherente" de que empeorara si se producían más apagones durante los picos de demanda.

"Realmente instaríamos a los sudafricanos a planificar el consumo (nocturno) de forma que... hayamos reducido la demanda", dijo. "Apague los aparatos de aire acondicionado, hierva sólo el agua que necesite, no llene la tetera. Estos pequeños pasos marcarán realmente la diferencia".

Las centrales eléctricas de carbón que crujen, la corrupción en los contratos de suministro de carbón, el sabotaje criminal y el fracaso a la hora de suavizar la regulación para permitir a los proveedores privados poner rápidamente en funcionamiento las energías renovables han dejado a Sudáfrica en un profundo déficit energético.

Los votantes bien podrían castigar al gobernante Congreso Nacional Africano (CNA) en las elecciones nacionales del próximo año.

El director de operaciones de Eskom, Jan Oberholzer, declaró que para finales de marzo la empresa debería estar en condiciones de volver a poner en línea 1.862 megavatios, y que se centraría en mantener en funcionamiento sin problemas sus seis principales centrales eléctricas.

"Seguimos siendo muy conscientes de cómo está afectando al país nuestro pobre rendimiento actual", afirmó. "Estamos trabajando sin descanso para solucionarlo".