Las normas se centran en las inversiones en energías renovables, la descarbonización de la industria, el hidrógeno o los vehículos de emisiones cero, en un intento de contrarrestar el atractivo de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) estadounidense, un programa de 369.000 millones de dólares de subvenciones verdes que incluye créditos fiscales.

Las normas marcan el último esfuerzo de la UE por reducir su dependencia de los productos y tecnologías estadounidenses y chinos. Su propuesta de Ley de Industria Neta Cero aceleraría los permisos para proyectos verdes, y una Ley de Materias Primas Críticas que se hará pública el 14 de marzo impulsaría el reciclaje y diversificaría el abastecimiento.

La Comisión dijo que la ayuda de contrapartida de los gobiernos puede entrar en acción cuando exista un riesgo real de que las inversiones se desvíen fuera de Europa.

"Los Estados miembros pueden aportar el importe de la ayuda que el beneficiario podría recibir por una inversión equivalente en ese lugar alternativo (la llamada 'ayuda de contrapartida')", señaló el Ejecutivo comunitario en un comunicado.

Los Estados también pueden aportar la financiación necesaria para motivar a una empresa a localizar la inversión en Europa.

Para garantizar que la ayuda anime realmente a una empresa a permanecer en Europa, las inversiones transfronterizas deben incluir proyectos en al menos tres países de la UE. Las empresas también deben utilizar tecnología de producción puntera para reducir las emisiones medioambientales.

La Comisión dijo que los países de la UE tienen hasta finales de 2025 para establecer sistemas de energías renovables y almacenamiento de energía y proyectos de descarbonización para poder acogerse a las normas de financiación más fáciles.