La inflación de la zona euro ha empezado a bajar desde los máximos históricos alcanzados a finales de año y es probable que siga cayendo en los próximos meses, aunque aumenta la preocupación de que el crecimiento de los precios pueda seguir manteniéndose por encima del objetivo del 2% fijado por el BCE.

Para los próximos 12 meses, las expectativas de inflación cayeron hasta el 4,6% desde el 4,9%, mientras que a tres años vista se redujeron hasta el 2,4% desde el 2,5%, según informó el BCE basándose en una encuesta mensual realizada a 14.000 adultos de seis de los principales países de la zona euro.

Con la inflación todavía demasiado alta, el BCE ha subido los tipos en un total de 350 puntos básicos desde el pasado mes de julio y el economista jefe del banco ya ha señalado varias subidas más antes de que los tipos toquen techo.

Aunque los consumidores siguen esperando una contracción económica incluso si los indicadores duros sugieren que el bloque evitó una recesión, se han vuelto ligeramente más optimistas sobre las perspectivas.

Las expectativas de crecimiento para los próximos 12 meses aumentaron hasta el -0,9% desde el -1,2% del mes anterior, mientras que las expectativas para la tasa de desempleo a 12 meses vista descendieron hasta el 11,5% desde el 11,6%.

Sin embargo, en cuanto al crecimiento de los ingresos, los consumidores se volvieron más pesimistas y consideraron que sus ingresos nominales aumentarían un 1,2% en el año venidero, frente al 1,3% de enero.

El crecimiento real de los ingresos nominales oscila entre el 5% y el 6%, y a algunos responsables políticos les preocupa que esto no esté en sintonía con un objetivo de inflación del 2%, incluso si los consumidores todavía se están poniendo al día tras dos años de inflación ultrarrápida.