Tinubu, cuya victoria en los comicios del sábado con el 37% de los votos está siendo impugnada por sus rivales ante los tribunales, es ampliamente considerado como un "padrino" que controló la megaciudad de Lagos mucho después de su propio mandato como gobernador del estado, lo que lleva a algunos analistas a temer que los cambios favorables al mercado sean víctimas de la política.

Nigeria, la mayor economía de África, lucha contra la inseguridad generalizada, la escasez de efectivo, combustible y electricidad y un débil crecimiento. Muchos economistas afirman que los problemas del país se han visto agravados por los múltiples tipos de cambio, el racionamiento de divisas y el coste para las arcas gubernamentales de una subvención de 10.000 millones de dólares para el combustible en 2022.

"Vemos las perspectivas económicas de Nigeria como el vaso medio lleno, siempre que las autoridades permitan la devaluación del naira y eliminen las subvenciones al petróleo", afirma Anders Faergemann, gestor de carteras de renta fija de mercados emergentes de PineBridge Investments.

"Bola Tinubu ha hecho ruidos positivos durante su campaña con respecto a estas cuestiones".

Antes de las elecciones, muchos inversores habían dicho que cualquier sucesor del actual presidente Muhammadu Buhari, que procede del mismo partido que Tinubu y ha favorecido la política económica estatista, probablemente supondría una mejora.

"La prueba está en el pudín", dijo John Mumo, socio de Blakeney, una firma de gestión de fondos de renta variable centrada en África. "Es un padrino político y un hacedor de reyes, conoce la maquinaria política y es de esperar que eso le permita impulsar reformas bastante difíciles".

Algunos analistas afirmaron que la dependencia de Tinubu del clientelismo político puede hacer que algunas reformas sean menos probables, citando el beneficio que se dice que muchos políticos obtienen de la subvención de la gasolina, que el presidente electo se ha comprometido a eliminar gradualmente.

"Tinubu subirá los impuestos, eso es algo que sabe hacer. Así que intentará compensar (la subvención del combustible)", afirmó Tunde Ajileye, socio de la empresa nigeriana SBM Intelligence.

Tinubu se ha comprometido a impulsar la producción de petróleo, que actualmente languidece en torno a los 1,39 millones de barriles diarios (bpd) y muy por debajo de su cuota de 1,8 millones de bpd de la OPEP, hasta los 2,6 millones de bpd en 2027.

"Creo que va a ser capaz de hacer frente al robo de petróleo y elevar la producción de petróleo... con el fin primordial de poder controlarla", afirmó Ajileye.

Poner bajo control la situación fiscal y la carga del pago de intereses debe ser una de las principales prioridades del próximo presidente de Nigeria, afirmó Sergey Dergachev, gestor de fondos de Union Investment. El Fondo Monetario Internacional estimó que el gobierno de Nigeria gastó el 96% de sus ingresos en el servicio de la deuda el año pasado.

"Es un reto enorme", afirmó Dergachev.