Los inversores japoneses redujeron sus compras de bonos extranjeros en febrero ante la caída de los precios de los bonos estadounidenses y las expectativas de un retraso en los recortes de tipos por parte de la Reserva Federal.

Según los datos del Ministerio de Finanzas japonés, los inversores nacionales adquirieron 1,81 billones de yenes (14.300 millones de dólares) en bonos extranjeros en términos netos, lo que supone un descenso respecto a los 2,69 billones de yenes comprados en enero. Sus inversiones en renta variable extranjera también disminuyeron hasta unos 245.200 millones de yenes, frente a los 733.700 millones de yenes del mes anterior.

La compra de bonos extranjeros a largo plazo por parte de los bancos japoneses se ralentizó significativamente hasta los 439.000 millones de yenes en febrero, frente a los 1,3 billones de enero. Las cuentas fiduciarias, en cambio, aumentaron sus inversiones, vertiendo aproximadamente 1,02 billones de yenes en estos instrumentos de deuda, frente a los 350.600 millones del mes anterior.

Las compañías de seguros, por su parte, vendieron 306.600 millones de yenes en bonos extranjeros a largo plazo, lo que supuso su mayor venta neta en tres meses.

Los datos del Banco de Japón también mostraron que en enero, los inversores japoneses realizaron su compra neta mensual más importante de bonos estadounidenses desde septiembre de 2023, comprando 3,28 billones de yenes. Invirtieron 17,92 billones de yenes en deuda europea, mientras que se deshicieron de 13,42 billones de yenes de títulos británicos.