Saied despidió a 57 jueces la semana pasada, acusándolos de corrupción y de proteger a terroristas, cargos que, según la asociación, tienen en su mayoría una motivación política. La huelga comenzó el lunes.

Saied ordenó esta semana que se redujeran los salarios de los jueces para tener en cuenta los días de huelga después de que iniciaran el paro en señal de protesta.

El presidente asumió los poderes ejecutivos el pasado verano en una medida que sus oponentes calificaron de golpe de estado, dejando de lado posteriormente la constitución de 2014 para gobernar por decreto y destituyendo al parlamento elegido.

El presidente también sustituyó a la comisión electoral independiente, poniendo en duda la credibilidad de cualquier elección antes de un referéndum sobre una nueva constitución que ha programado para el 25 de julio.

Este año, Saied también sustituyó el Consejo Judicial Supremo, que había sido el principal garante de la independencia judicial desde la revolución de 2011 en Túnez, que dio paso a las reformas democráticas introducidas.

Dice que sus medidas son necesarias para salvar a Túnez de la crisis. Dijo que su objetivo es limpiar el poder judicial de la corrupción rampante y que no pretende controlarlo.