BRUSELAS, 20 abr (Reuters) - Los legisladores de la Unión Europea votaron el jueves a favor de exigir a los países miembros que acojan a algunos de los refugiados y migrantes que llegan al bloque en épocas de gran afluencia, en el marco de una reforma muy disputada prevista antes de las elecciones paneuropeas de 2024.

El Parlamento Europeo adoptó su posición sobre la inminente reforma de las normas de migración y asilo del bloque antes de negociar su forma definitiva con los 27 Estados miembros de la UE, divididos desde hace tiempo sobre las denominadas reubicaciones obligatorias.

Países como Polonia y Hungría se niegan a acoger a ninguno de los recién llegados, mientras que otros como Italia y Francia --donde llegan personas de Oriente Medio y África en barcos de contrabandistas a través del mar Mediterráneo-- dicen que no pueden hacer frente solos a la situación.

Varsovia, Budapest y sus aliados dicen que pueden ayudar aportando dinero, personal o equipos, en lugar de estar legalmente obligados a acoger a personas. Los países mediterráneos de llegada y los Estados ricos de destino, como Alemania, dicen que eso se queda corto.

El sistema de migración y asilo del bloque colapsó en 2015, cuando más de un millón de personas --en su mayoría huyendo de la guerra en Siria-- llegaron a las costas del sur de Europa.

Esto pilló por sorpresa a la UE, puso a prueba su capacidad de acogida y seguridad y desencadenó una oleada de sentimiento antiinmigración en todo el bloque.

Desde entonces, la UE ha reforzado las fronteras exteriores y las leyes de asilo para mantener alejadas a las personas y la delicada cuestión de la migración desapareció de la primera línea de la agenda política del bloque cuando la pandemia del COVID-19 redujo la movilidad mundial.

Pero las llegadas al Mediterráneo aumentaron el año pasado y la agencia fronteriza Frontex informó de unas 330.000 llegadas no autorizadas.

Ante el aumento de la inmigración irregular, el Gobierno italiano de extrema derecha, entre otros, está pidiendo a la UE que haga más para reducir las llegadas por mar.

Antes consideradas como extremas, las ideas de construir vallas fronterizas y evaluar las solicitudes de asilo fuera de Europa --incluso en Ruanda, como propone Dinamarca-- vuelven a estar a la orden del día y forman parte de los debates políticos de la UE sobre la gestión de la inmigración.

Aunque la UE quiere revisar su sistema antes de las elecciones de 2024, la cuestión de las reubicaciones obligatorias parece tan estancada como siempre, según los diplomáticos.

(Información de Gabriela Baczynska; editado en español por José Muñoz)