Un funcionario chino dijo a los periodistas en enero que cualquier comportamiento contra el espíritu olímpico, y "especialmente contra las leyes y reglamentos chinos", sería objeto de castigo.

El senador Jeff Merkley y el representante James McGovern, ambos demócratas, citaron el comentario en una carta pública dirigida al Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos (USOPC), en la que escribían que los riesgos para la libertad de expresión y la privacidad de los datos en los Juegos "exigen un esfuerzo urgente" para ser abordados.

"Las autoridades chinas han impuesto prohibiciones de salida a ciudadanos estadounidenses, e incluso han encarcelado a ciudadanos extranjeros, por razones políticas o engañosas", señalaron los legisladores, que dirigen la Comisión Ejecutiva del Congreso de Estados Unidos sobre China.

El USOPC debería "redoblar los esfuerzos" para colaborar con el Comité Olímpico Internacional (COI), con los demás comités olímpicos nacionales y con el Departamento de Estado de EE.UU. para garantizar que existen planes y procedimientos para proteger a los atletas en caso de que sean castigados por su libertad de expresión, señalaron.

"Solicitamos además que el USOPC comunique al público que está tomando tales medidas", dijeron, y añadieron que el comité debería estar "preparado para defender a cualquier olímpico que se exprese".

Los grupos de derechos han criticado durante mucho tiempo al COI por conceder los Juegos a China, citando su trato a los uigures y a otros grupos minoritarios musulmanes, que Estados Unidos ha considerado un genocidio. China niega las acusaciones de abusos contra los derechos humanos.

Algunos países occidentales, preocupados por la seguridad de la información, han sugerido a sus delegaciones que no lleven sus propios teléfonos móviles a los Juegos Olímpicos del 4 al 20 de febrero.

Los investigadores han dicho que la aplicación MY2022 del Comité Organizador de Pekín, que todos los asistentes deben utilizar para el seguimiento de la COVID-19, tiene fallos que la hacen vulnerable a las violaciones de la privacidad.

Varios países, entre ellos Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia, han anunciado el boicot diplomático a los Juegos por su preocupación por los derechos humanos en China, aunque sus atletas seguirán compitiendo.