El banco central ha recortado su tipo clave seis veces este año, tras una subida de emergencia al 20% en febrero, cuando Rusia envió decenas de miles de tropas a Ucrania, lo que provocó un repunte de la inflación. El mes pasado, el banco recortó los tipos al 7,5%.

El índice de precios al consumo de Rusia subió un 0,02% en la semana hasta el 17 de octubre, según informó el servicio federal de estadística Rosstat. Antes de la actual secuencia de cuatro semanas, la última vez que subieron los precios semanales fue en mayo.

Otra serie de datos de Rosstat publicados el miércoles mostraron que el índice de precios a la producción, una medida de cuánto cobran los proveedores a los clientes, se mantuvo en el 3,8% en términos anuales en septiembre, la misma lectura que en agosto.

La caída del nivel de vida ha lastrado la demanda de los consumidores, golpeando las ventas al por menor y provocando un prolongado periodo de deflación durante el verano. La campaña de movilización militar del presidente Vladimir Putin amenaza ahora con socavar la productividad, la demanda y la recuperación económica, según los analistas.

Pero Evgeny Suvorov, economista del Banco CentroCredit, dijo que la movilización parecía estar teniendo un impacto desinflacionista en los precios de la mayoría de los bienes, ya que la gente ha reducido el gasto.

"Algunos fueron al frente, otros se fueron, algunos se están escondiendo", escribió Suvorov en su canal de Telegram MMI. "Si se hace evidente un fortalecimiento de la tendencia desinflacionista en las próximas dos semanas, entonces el banco central podría volver a optar por un recorte de tipos el 28 de octubre".

En un informe publicado el miércoles, el banco central afirmó que la actual dinámica crediticia y los parámetros presupuestarios para 2022-23 acelerarían el crecimiento de la masa monetaria, lo que sugiere que la presión inflacionista en la economía aumentaría en los próximos trimestres.

La elevada inflación ha sido durante años una de las principales preocupaciones de los hogares rusos, ya que merma su poder adquisitivo y merma su nivel de vida. Las tasas de pobreza son relativamente altas en Rusia y las encuestas muestran que más de la mitad de los hogares no tienen ahorros.

Desde principios de año, los precios al consumo han subido un 10,55%, según Rosstat. En el mismo momento de 2021, la inflación en lo que va de año era del 6,49%.