El enfrentamiento entre Rusia y Ucrania ha sacudido a los líderes políticos y empresariales de Europa, que temen una invasión que inflija daños a toda la región.

A principios de esta semana, el presidente francés, Emmanuel Macron, viajó de Moscú a Kiev en un intento de actuar como mediador después de que Rusia concentrara tropas cerca de Ucrania.

Ahora, el Banco Central Europeo, dirigido por la ex ministra francesa Christine Lagarde y que supervisa a los mayores prestamistas de Europa, está en alerta ante la amenaza de ciberataques a los bancos lanzados desde Rusia, dijeron las personas.

Mientras que el regulador se había centrado en las estafas ordinarias que se dispararon durante la pandemia, la crisis de Ucrania ha desviado su atención hacia los ciberataques lanzados desde Rusia, dijo una de las personas, añadiendo que el BCE ha interrogado a los bancos sobre sus defensas.

Los bancos estaban llevando a cabo juegos de guerra cibernéticos para probar su capacidad de defenderse de un ataque, dijo la persona.

El BCE, que ha señalado como una de sus prioridades abordar la vulnerabilidad de la ciberseguridad, declinó hacer comentarios.

Sus preocupaciones se reflejan en todo el mundo.

El Departamento de Servicios Financieros de Nueva York emitió una alerta a las instituciones financieras a finales de enero, advirtiendo de ataques cibernéticos de represalia en caso de que Rusia invada Ucrania y desencadene las sanciones de Estados Unidos, según Regulatory Intelligence de Thomson Reuters.

ALERTA ALTA

Estados Unidos, la Unión Europea y Gran Bretaña han advertido repetidamente a Putin de que no ataque a Ucrania después de que Rusia desplegara unos 100.000 soldados cerca de la frontera con su antiguo vecino soviético.

A principios de este año, varios sitios web ucranianos fueron afectados por un ciberataque que dejó la advertencia de "tener miedo y esperar lo peor", ya que Rusia había acumulado tropas cerca de las fronteras de Ucrania.

El servicio de seguridad estatal ucraniano SBU dijo que veía indicios de que el ataque estaba vinculado a grupos de hackers asociados a los servicios de inteligencia rusos.

Los funcionarios rusos dicen que Occidente está atenazado por la rusofobia y que no tiene derecho a dar lecciones a Moscú sobre cómo actuar después de haber ampliado la alianza militar de la OTAN hacia el este desde la caída de la Unión Soviética en 1991.

El Kremlin también ha negado en repetidas ocasiones que el Estado ruso tenga algo que ver con el pirateo informático en todo el mundo y ha dicho que está dispuesto a cooperar con Estados Unidos y otros países para tomar medidas contra la ciberdelincuencia.

No obstante, los reguladores en Europa están en alerta máxima.

El Centro Nacional de Ciberseguridad de Gran Bretaña advirtió a las grandes organizaciones de que deben reforzar su resistencia en materia de ciberseguridad en medio de las crecientes tensiones sobre Ucrania.

La Autoridad de Conducta Financiera británica dijo que se estaba poniendo en contacto con las empresas financieras para llamar su atención sobre la advertencia del NCSC.

El martes, Mark Branson, director del supervisor alemán BaFin, dijo en una conferencia en línea que la ciberguerra estaba interconectada con la geopolítica y la seguridad.

La Casa Blanca https://www.reuters.com/world/europe/white-house-official-discuss-ukraine-cyber-security-with-european-allies-2022-02-01 también ha culpado a Rusia del devastador ciberataque "NotPetya" de 2017, cuando un virus paralizó parte de la infraestructura de Ucrania, dejando fuera de servicio miles de ordenadores en decenas de países.

La vulnerabilidad se puso de manifiesto de nuevo el año pasado, cuando una de las mayores campañas de piratería informática del mundo utilizó una empresa tecnológica estadounidense como trampolín para comprometer una serie de agencias gubernamentales de Estados Unidos, un ataque que la Casa Blanca atribuyó a los servicios de inteligencia extranjeros de Rusia.

El ataque vulneró el software fabricado por SolarWinds Corp, dando a los piratas informáticos acceso a miles de empresas que utilizan sus productos, lo que repercutió en Europa, donde el banco central de Dinamarca dijo que la "infraestructura financiera" del país había sido afectada.

Un portavoz de SolarWinds dijo que menos de 100 clientes fueron finalmente hackeados.

Algunos, sin embargo, creen que la crisis ucraniana se ha exagerado. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, acusó a Washington y a los medios de comunicación de alimentar el pánico.