Moody's Investors Service afirmó el martes que la aprobación de una nueva ley en Israel que limita algunos poderes del Tribunal Supremo indica que las tensiones políticas continuarán y probablemente tendrán consecuencias negativas para la economía y la situación de seguridad de Israel.

"Creemos que la naturaleza de amplio alcance de las propuestas del gobierno podría debilitar materialmente la independencia del poder judicial e interrumpir los controles y equilibrios efectivos entre los distintos poderes del gobierno, que son aspectos importantes de unas instituciones fuertes", dijo Moody's en un informe.

La agencia no adoptó ninguna medida de calificación sobre Israel. En abril, Moody's rebajó la perspectiva de Israel de positiva a estable, pero afirmó la calificación crediticia soberana de Israel en "A1"

Los médicos israelíes declararon una huelga y los anuncios en negro cubrieron las portadas de los periódicos el martes, en una reacción contra la ratificación el lunes por parte del gobierno de extrema derecha de la primera parte de una revisión judicial que, según los críticos, pone en peligro la democracia.

Desde que se anunció el plan en enero, se han producido protestas masivas en todo Israel, mientras que los inversores extranjeros se han asustado, haciendo caer el shekel un 10% frente al dólar al aumentar la prima de riesgo del país.

"Las instituciones ejecutivas y legislativas se han vuelto menos previsibles y están más dispuestas a crear riesgos significativos para

la estabilidad económica y social", dijo Moody's.

Citó datos según los cuales alrededor del 80% de las nuevas empresas israelíes han optado por registrarse en el extranjero este año, frente al 20% de 2022, mientras que las bolsas de Tel Aviv y Nasdaq han divergido.

"Esto es especialmente preocupante dado que el sector de la alta tecnología del país se ha convertido en el motor clave del crecimiento económico", afirmó Moody's.

Moody's proyecta un crecimiento en Israel del 3% en 2023 y 2024, pero su previsión "no incorpora el efecto negativo de un periodo prolongado de tensiones sociales y políticas".

El primer ministro Benjamin Netanyahu y el ministro de Finanzas Bezalel Smotrich - defensores de la revisión judicial - restaron importancia al informe de Moody's.

"Se trata de una respuesta momentánea; cuando se disipe el polvo, quedará claro que la economía israelí es muy fuerte", dijeron en una declaración conjunta.

Pero Arnon Bar-David, presidente de la federación sindical Histadrut, dijo que el informe era una prueba de que la crisis está pasando factura a Israel, social y económicamente.

"Los nefastos comentarios de la agencia de calificación son una clara señal de advertencia para cualquiera que haya ignorado hasta ahora la necesidad de un amplio consenso sobre la reforma", dijo Bar-David, que dirige el mayor sindicato del sector público de Israel y ha dicho que estaba considerando la posibilidad de convocar una huelga general.

"Hago un llamamiento al Primer Ministro y al Ministro de Finanzas para que entren en razón, muestren responsabilidad y detengan inmediatamente el daño a la economía", añadió. (Reportaje de Steven Scheer; Edición de Ari Rabinovitch y Nick Macfie)