Las emisiones de metano, un potente gas de efecto invernadero, procedentes de las infraestructuras de petróleo y gas podrían eliminarse en los próximos 10 años, según afirmaron el martes expertos del sector.

En su intervención en la conferencia sobre el clima Reuters IMPACT, celebrada en Londres, señalaron que la tecnología para detectar las fugas del petróleo y el gas se ha intensificado en los últimos cinco años, lo que hace factible su mitigación.

"Esas tecnologías, cuando se despliegan... pueden arreglar las emisiones de metano muy rápidamente", dijo Julien Pérez, vicepresidente de estrategia y política de la Iniciativa Climática del Petróleo y el Gas, un consorcio de directores generales de una docena de grandes empresas petroleras y de gas.

El año pasado, más de 100 países se comprometieron a reducir las emisiones de metano en un 30% para 2030. El metano es unas 80 veces más potente a la hora de atrapar el calor que el dióxido de carbono durante un periodo de 20 años.

"El lanzamiento del Compromiso Mundial sobre el Metano creará un impulso", dijo Pérez. "El dinero fluirá".

En la actualidad, la extracción, el procesamiento y la distribución de petróleo y gas son responsables del 23% de las emisiones mundiales de metano, según una evaluación realizada en 2021 por la Organización Meteorológica Mundial. Los vertederos representan alrededor del 20% de las emisiones, y aproximadamente un tercio proviene del sector agrícola.

El metano procedente del petróleo y el gas "es una parte (de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero) que puede resolverse en esta década", dijo Georges Tijbosch, director general de MIQ, una norma de certificación de emisiones de metano.

Los científicos y la industria utilizan ahora sensores acoplados a aviones y satélites para detectar las fugas de metano. Esto permite a las empresas petroleras y de gas abordar rápidamente las potentes plumas, dijo Deepak Anand, director de ingresos de GHGSat, una empresa de control de emisiones a nivel mundial.

"El metano es un combustible. Puede ser capturado y utilizado", dijo. "Lo que tratamos de hacer es ayudar a la industria del petróleo y el gas a encontrar un tesoro".

Recientemente, GHGSat midió las fugas de metano del gasoducto dañado Nord Stream 2. Descubrieron que la cantidad de emisiones equivalía a las de 630.000 libras de carbón quemado cada hora.

"Si queremos que el gas siga siendo un combustible de transición... tenemos que centrarnos en cómo podemos reducir la huella del gas en el sistema energético, especialmente en lo que respecta al metano", dijo Pérez.

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Para ver una transmisión en directo de Reuters Impact, haga clic aquí: (Reportaje de Gloria Dickie en Londres Edición de Mark Potter)