El primer ministro Mikhail Mishustin dijo que el gobierno estaba trabajando activamente en un tercer paquete de medidas para contrarrestar las sanciones, que buscaría apoyar a las pequeñas y medianas empresas, así como a las firmas de importancia sistémica.
Una de las medidas otorgará a las empresas sometidas a sanciones occidentales el derecho a no revelar los nombres de las partes con las que trabajan.
El Ministerio de Finanzas dijo que los proveedores de las empresas controladas por el Estado serían absueltos de las multas si no cumplen con sus obligaciones contractuales este año debido a las sanciones occidentales.
"Los proveedores están teniendo dificultades para cumplir sus contratos en los términos acordados anteriormente debido a las sanciones", dijo el ministerio.
El ministerio digital reaccionó ante el éxodo masivo de empresas occidentales sugiriendo a las empresas rusas de TI que inicien conversaciones urgentes con las empresas extranjeras sobre una transferencia gradual de los componentes de apoyo técnico, para limitar las interrupciones.
Pidió a las empresas que le enviaran información sobre los productos y servicios de empresas extranjeras que hubieran contratado o pagado.
Y dijo que los jefes de las oficinas rusas de las empresas extranjeras no debían ser considerados responsables de las acciones de sus empresas, reconociendo que no eran ellos quienes tomaban las decisiones finales.
"Estamos seguros de que si las empresas extranjeras que están suspendiendo o deteniendo su actividad no reanudan su trabajo en Rusia, los nichos ocupados por estas empresas se llenarán rápidamente con soluciones rusas, así como con productos de empresas de países que no han introducido las restricciones correspondientes", dijo el ministerio digital en un comunicado.
Dijo que estaba dispuesto a consultar y ayudar a las empresas extranjeras en cuestiones como los pagos.
