La rebaja de la calificación se produce en medio de la ya elevada deuda de las administraciones públicas de Francia, un riesgo de aplicación asociado a su programa de reformas estructurales, una desaceleración económica más amplia y el endurecimiento monetario del Banco Central Europeo, señaló S&P en su informe.

La agencia afirmó la calificación crediticia soberana de Francia en "AA/A-1+".