Según algunas de las nuevas condiciones propuestas, Bankman-Fried dispondrá de un nuevo teléfono sin capacidad de conexión a Internet y de un ordenador portátil básico con funciones limitadas, pero tendrá prohibido el uso de otros dispositivos de comunicación electrónica.

El ordenador portátil tendrá un software de supervisión para rastrear la actividad del usuario y Bankman-Fried no tendrá acceso administrativo para evitar la manipulación de las restricciones. Además, las funciones de comunicación del nuevo teléfono se limitarán a mensajes de texto y llamadas de voz, quedando prohibidas todas las demás aplicaciones de mensajería.

En la carta del lunes, los padres de Bankman-Fried aceptaron restringirle el acceso a sus dispositivos, al tiempo que firmaban declaraciones juradas para no introducir dispositivos electrónicos prohibidos en su casa.

Si hay sospechas razonables de una violación, Bankman-Fried deberá someter sus dispositivos a un registro, añadía la carta.

El juez de distrito Lewis Kaplan, que supervisa el caso de Bankman-Fried, tendría que aprobar las nuevas condiciones antes de que entren en vigor.

Bankman-Fried, de 31 años, se enfrenta a un juicio fijado para el 2 de octubre por cargos penales de robo de miles de millones de dólares en fondos de clientes de FTX para tapar pérdidas en su fondo de cobertura Alameda Research, y de hacer grandes donaciones políticas ilegales para comprar influencia en Washington, D.C.

Se ha declarado inocente de ocho cargos y aún no ha sido procesado por otros cuatro.

Tras su extradición en diciembre desde las Bahamas, donde tenía su sede FTX, el antiguo niño prodigio multimillonario fue puesto en libertad bajo fianza de 250 millones de dólares para cumplir arresto domiciliario en la casa de sus padres en Palo Alto, California.

Pero en enero, los fiscales federales de Manhattan dijeron que Bankman-Fried intentó ponerse en contacto con ejecutivos actuales de la ahora en quiebra FTX. Citando preocupaciones sobre la manipulación de testigos, buscaron severas restricciones en su uso de Internet. Los abogados de Bankman-Fried dijeron que intentaba ayudar, no interferir.

Las dos partes llegaron finalmente a un acuerdo que habría permitido a Bankman-Fried disponer de un teléfono plegable sin capacidad de conexión a Internet y de un ordenador portátil con funciones limitadas.

Kaplan rechazó esa propuesta, argumentando que Bankman-Fried podría "encontrar una manera de evitarlo". El juez había insinuado previamente que Bankman-Fried podría merecer ser encarcelado, expresando su preocupación por el hecho de que la presencia en su casa de dispositivos electrónicos pertenecientes a sus padres -ambos profesores de Derecho de la Universidad de Stanford- podría dificultar la supervisión de su conducta.