10 abr (Reuters) - Los demócratas no tardaron en sacar partido del fallo del martes del Tribunal Supremo de Arizona, que confirmó una prohibición del aborto de 160 años de antigüedad, organizando conferencias de prensa en estados indecisos y culpando a Donald Trump de eliminar el derecho al aborto en todo el país.

La decisión de la conservadora máxima corte de Arizona envió una onda expansiva a través del estado crucial en la batalla, que está a punto de desempeñar un papel fundamental en las elecciones presidenciales de noviembre, mientras que también alberga una de las carreras senatoriales de más alto perfil.

Además, los defensores del derecho al aborto están trabajando para presentar a los votantes en noviembre una medida electoral que consagre la protección de ese derecho en la Constitución de Arizona. Los organizadores afirman que ya han reunido más firmas de las necesarias para el referéndum.

Trump, tratando de distanciarse de la sentencia, dijo el miércoles que el tribunal había ido demasiado lejos, aunque defendió la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos que permitió a los estados restringir la interrupción del embarazo. Pidió a la legislatura del estado, controlada por los republicanos, y al gobernador demócrata que modifiquen la ley.

"Como saben, se trata de los derechos de los estados: eso se arreglará", afirmó a periodistas en Atlanta antes de un acto local de recaudación de fondos. "Y estoy seguro de que el gobernador y todos los demás van a volver a hacerlo entrar en razón, y creo que eso se solucionará muy rápidamente".

En respuesta, Michael Tyler, portavoz de la campaña de Biden, dijo: "Donald Trump es el dueño del sufrimiento y el caos que está ocurriendo ahora mismo, también en Arizona".

Trump había intentado neutralizar la cuestión el lunes, diciendo que el derecho al aborto debería dejarse en manos de cada estado y reiterando su apoyo a las excepciones en casos de violación, incesto y amenazas a la vida de la madre.

Un día después, el Tribunal Supremo de Arizona anuló el límite estatal de 15 semanas en favor de una ley de 1864 anterior a la creación del estado de Arizona.

Barrett Marson, estratega político republicano en el estado, calificó la sentencia de "terremoto de proporciones épicas" que pondría en peligro a los republicanos en las urnas en noviembre. "Dijo: 'Echadlo a los estados'", señaló. "Pues mira lo que ha pasado".

Los demócratas han dejado clara su intención de poner el aborto en primer plano en noviembre, dos años después de que la Corte Suprema -impulsada por una mayoría conservadora que Trump instaló- revocara la histórica decisión Roe vs. Wade de 1973 y dictaminara que ese derecho no estaba constitucionalmente protegido.

Esa decisión galvanizó a los votantes demócratas y a ella se atribuyó ampliamente el haber ayudado al partido a obtener mejores resultados en las elecciones legislativas de mitad de mandato de 2022.

Además de las conferencias de prensa en ciudades de Arizona inmediatamente después de la sentencia, los demócratas celebraron eventos con medios en Georgia y Florida para abordar la cuestión, mientras que la campaña del presidente Joe Biden organizó una gira de tres actos en otro estado disputado, Carolina del Norte, centrada en los derechos reproductivos.

Además, la vicepresidenta Kamala Harris visitará Arizona el viernes, según informó la Casa Blanca.

La campaña de Biden también aumentó sus gastos en Arizona con un abrasador anuncio publicado el lunes, en el que una mujer de Texas describía con lágrimas en los ojos que estuvo a punto de morir después de que se le denegara un aborto tras sufrir uno espontáneo. A través de una pantalla en negro, las palabras "Donald Trump hizo esto" parpadean mientras sus sollozos continúan en el fondo.

Gunner Ramer, director político del comité de acción política anti-Trump Republican Accountability, indicó que el fallo reforzaría el esfuerzo demócrata por presentar a los republicanos como demasiado extremistas. "Esto presenta una gran oportunidad para que Biden pase a la ofensiva contra Trump", aseguró.

En una señal de lo perjudicial que se ha vuelto el tema para los republicanos, Kari Lake, la favorita del partido para las elecciones al Senado por Arizona, renegó de la normativa, a pesar de que calificó la prohibición de 1864 de "gran ley" durante su infructuosa campaña para gobernadora en 2022.

Su probable oponente demócrata, el representante federal Rubén Gallego, calificó a Lake de "extremista" y la culpó a ella y a otros republicanos afines por la prohibición.

(Reporte de Joseph Ax y Jarrett Renshaw; Editado en español por Raúl Cortés Fernández)